El PRI cumplió en los últimos 12 años con la estrategia que se propuso: frenar desde el Congreso y los Estados que gobierna, toda política o reforma que implicara una mejora para la vida de los mexicanos.
Mayor seguridad y más crecimiento, según su lógica electoral, les restaban votos para regresar a la Presidencia.
Su lógica es muy sencilla, si ellos hubieran apoyado en el Congreso la Reforma Laboral, Fiscal y Energética, que ahora promete su candidato, se hubieran creado anualmente más de 400,000 empleos y el Producto Interno Bruto hubiera crecido 1.5% adicional. Esos cambios, según sus estrategas, hubieran significado menos mexicanos a favor de que regresaran a la Presidencia.
Está documentado en el Congreso que las diversas iniciativas presentadas por el Ejecutivo, diputados panistas y aún por los mismos priístas, para flexibilizar la Ley Laboral y permitir una mayor creación de empleos, fueron rechazadas por las bancadas de diputados y senadores priístas.
En el caso de la lucha contra la violencia, legisladores priístas en el Congreso retardaron la aprobación de leyes que hubieran permitido combatir con mayor celeridad a los criminales. El PRI nunca apoyó la lucha contra la violencia del Gobierno Federal, aunque es fundamentalmente la misma que promete su candidato a la presidencia.
Los Estados con mayor violencia, donde se enquistó y entronizó el crimen organizado, son gobernados por el PRI: Veracruz, Tamaulipas, Chihuahua, Nuevo León y hasta hace poco Sinaloa, por poner algunos ejemplos. Los gobernadores priístas siguieron la estrategia de dejar que la violencia creciera. Se cruzaron de brazos ante homicidios, secuestros y extorsiones, que son delitos del orden común y constituyen el 90% de las causas de la violencia.
Más que ayudar a la lucha contra la delincuencia, el PRI abonó a la percepción de que es competencia del Gobierno Federal combatirla, como si sus gobernadores fueran espectadores sin responsabilidad ante las violaciones a la ley en sus Estados, las que tienen la obligación de combatir y castigar, según marca la Constitución. Sin embargo ellos le apostaron a la violencia como estrategia electoral y cumplieron.
Fuente: Asuntos Capitales (Mexico)
Once again, Luis Pazos gets to the essential point: rather than participating in efforts to improve conditions in Mexico, the PRI has obstructed at every turn in its (probably successful)effort to regain power. And for what? For power for its own sake and the benefits of corruption. Serious observers must read Pazos as an antidote to the propaganda of the PRI.
Así son los priistas de mañosos, pero q lastima q en mexico existan muchos jóvenes Y personas mayores q les gusta vivir en la miseria y desigualdad. ya es parte de su cultura porq aun a sabiendas de lo q nos a hecho el PRI todabia votaron por peña nieto y los rateros del PRI.
y ademas muchos se vendieron su voto por una miseria q ahora les costara muy caro. ya q los priistas son muy transas. EN LA CONQUISTA LOS ESPAÑOLES ENGAÑARON CON UN ESPEJITO POR IGNORANCIA. Y AHORA LOS PRIISTAS LOS ENGAÑARON CON UNAS TARJETAS Y UNOS PESOS. Q PENTONTOS TODOS LOS Q VOTARON POR EL PRI