Esta semana ingresó al Parlamento la rendición de cuentas del Poder Ejecutivo correspondiente al ejercicio 2012. En rasgos generales mantiene las características del presupuesto y de las rendiciones de los años anteriores: articulado complejo, largo y oscuro, muchos temas no presupuestales, creación de cargos de confianza (aunque esta vez también se eliminan dos), nula evaluación de la eficacia y eficiencia del gasto y la contumaz idea de que los ciclos económicos dejaron de existir.

Parte como las anteriores, de dos supuestos inaceptables: el primero es que Uruguay tiene una nueva tasa de crecimiento tendencial del 4% y el segundo es que se cumplirá ad infinitum. A partir de allí, se calcula el mentado “espacio fiscal”. El mamarrachesco análisis hace que el despilfarro de las administraciones frentistas luzca mejor de lo que es, pero yendo a la realidad, no tiene levante.

Se mire como se mire, la deuda se ha duplicado, se ha ido aumentando el déficit fiscal en años de crecimiento por encima de la tendencia (aun aceptando la del milagro progresista) y las propias proyecciones oficiales se vuelven más sombrías. Las previsiones de déficit fiscal para 2014 y 2015 son 2,4% y 2% respectivamente, exactamente el doble de las anunciadas en la rendición del año pasado.

Por otra parte, se estima que la deuda bruta será en 2015 más de 10 puntos superior a la prevista el año pasado, y en relación al producto, la misma que al inicio del actual gobierno. Una proyección que se mantiene inalterada es la tasa de crecimiento del 4% para el PIB en 2013. Sin embargo, es dudoso que se pueda mantener, en primer lugar porque el propio gobierno en su informe reconoce que la economía se está desacelerando y más importante aún, se revisaron a la baja las estimaciones de inversión, consumo y exportaciones.

Algo no cierra, sería bueno que el Ministro lo aclare en su comparecencia al Parlamento de la próxima semana. La rendición a estudio del Parlamento plantea una suba adicional del gasto de poco más de 70 millones de dólares. Pero hay que recordar que este no es el único incremento, ya que en el presupuesto se preveía aumentar el gasto hacia 2014 en 1.150 millones de dólares, a lo que se agregaron 70 millones en la rendición de 2010 y 150 millones en la de 2011. En particular, sin contar lo que dispone la presente rendición a estudio, el incremento del gasto para 2013 es de casi 300 millones de dólares y para 2014 de 160 millones.

El asunto, por ende, al discutirse temas como el aumento de los salarios docentes, no es que no existieron recursos para otorgarlos, es que se gasto mucho y muy mal, incluida la educación, naturalmente. El tema da para mucho más, pero con lo expuesto alcanza para concluir que, aparte de tecnicismos, el gobierno sigue jugando a la ruleta rusa con la suerte del país. No hay ninguna precaución por si la cosa se complica, pese a que se admite que la economía se está desacelerando y el análisis clínico demuestra que hay sectores como la construcción, visiblemente afectados.

El vicepresidente Astori dijo hace dos días en un programa de televisión que la prudencia fiscal es la mejor forma de defender los objetivos sociales. Lamentablemente, como suele suceder, el gobierno hace exactamente lo contrario de lo que él dice.

Fuente: El País (Uruguay)