El presidente de la República, pragmático como político, negociador por excelencia, articulador de internas y desorganizado en su forma de ser y gestionar, institucionalizó el “como te digo una cosa te digo la otra”. Con esa afirmación justificó que podía decidir algo, anunciarlo públicamente y pocas horas después desandar el camino y hacer exactamente lo contrario a lo que había dicho.

Lo hizo varias veces a lo largo de su gestión sin mayor autocrítica y todo indica que seguirá actuando igual. El presidente avisó que no tiene problemas en poner marcha atrás cuando una decisión que tomó no le convence.

La oposición le criticó esa forma de conducción. Según blancos y colorados, genera inestabilidad.
Pedro Bordaberry se quejó porque el país era manejado como “un boliche” y Jorge Larrañaga afirmó que los cambios del presidente “nos deja a todos más boleados que paisano en pista de ballet”.

Incluso en el Frente Amplio fue criticado por las marchas y contramarchas. El caso más notorio fue cuando un día anunció que mantendría a su equipo de ministros y al otro día destituyó al ministro de Turismo, Héctor Lescano. Ese hecho deterioró las relaciones con el Frente Líber Seregni del vicepresidente Danilo Astori. Lescano era también un hombre de Tabaré Vázquez en el Consejo de Ministros. Mujica, haciendo oídos sordos, siguió actuando igual.

El último episodio fue con Alas Uruguay.

Cambios de opinión

Pluna

El presidente José Mujica, luego de declarada inconstitucional la ley que quitó los aviones del concurso de Pluna, puso en duda el apoyo a Alas Uruguay con la cual había negociado la venta de tres Bombardier. Incluso se frenó el préstamo del Fondes porque solo “por las buenas intenciones” de los trabajadores no se les puede otorgar.

Mujica cambió de opinión y a pesar de la adversidad de la situación expresó ahora su voluntad de que el Estado sea garante para Alas Uruguay y activó el préstamo del Fondes.

TV Digital

“Por el carácter cooperativo (de La Diaria) nos pidieron en el Fondes un apoyo para sacar una revista. Un apoyo de US$ 400 mil. Y si para sacar una revista precisaban un préstamo, no me pidan un canal ahora. Porque además, si me pedís plata para eso y me pedís un canal, quedo como si te doy plata, levanto el centro y voy a cabecear. Es una lógica infantil”, dijo en Nueva York.

El presidente cambió de opinión y adjudicó un canal digital al grupo Giro de La Diaria porque –según él– arriesgaron su patrimonio en el proyecto.

Venezuela

En junio de 2012, el presidente José Mujica y el canciller Luis Almagro llegaron a la cumbre de presidentes del Mercosur en Mendoza (Argentina) con la idea de sancionar a Paraguay, por el cese del presidente Fernando Lugo, y la convicción de que Venezuela no entraría al bloque por la ventana.

Tras reunirse a solas con las presidentas Dilma Rousseff y Cristina Fernández de Kirchner, Mujica cambió de posición y aceptó el ingreso de Venezuela al Mercosur, sin la aprobación del Parlamento de Paraguay.

Ministros

El presidente anunció en mayo de 2012 al diario La República que iba a realizar cambios en el gabinete. Fue el título principal del diario y los demás medios se hicieron eco de esa noticia. Poco antes había calificado de “bolazos” las versiones de destituciones.

Horas después de esa afirmación, con la tapa del diario en los quioscos, Mujica cambió de idea y sorpresivamente cesó del cargo al ministro de Turismo, Héctor Lescano. Después hizo lo mismo con el director de UTE, Gerardo Rey.

Subsecretarios

El presidente José Mujica soportó el mal relacionamiento de varios ministros con los subsecretarios. Pasó entre Fernando Lorenzo y Pedro Buonomo (Economía) y entre Tabaré Aguerre y Daniel Garín (Ganadería). Mujica afirmó que si sacaba al ministro se iba el número dos.

El presidente cambió de idea y optó por mantener a sus ministros y cesar a los subsecretarios. Ocurrió con Buonomo, Garín, María Simón (Educación) y Jorge Patrone (Vivienda), que debieron irse.

Fuente: El Observador (Uruguay)