Bolivia: Evo Morales is a Threat – by Amb. Gabriel García Pike

Con satisfacción hemos leído las declaraciones del presidente Ollanta Humala reproducidas en el diario El Comercio el jueves 31 de octubre, en las cuales hace una muy pertinente aclaración en el sentido de que la Alianza del Pacífico “no es ninguna conspiración” para desestabilizar a la Unión de Naciones Sudamericanas (UNASUR), tal como lo señaló su par boliviano Evo Morales. El presidente Humala mencionó: “Yo creo que algo he aprendido, es a resaltar las cosas positivas, las que nos unen, y las declaraciones de esa naturaleza hay que tenerlas en un costado, porque al final hay que seguir avanzando”, refirió el mandatario. Nos satisface porque en nuestra columna del domingo pasado, 27 de octubre, titulada “A qué le teme Evo Morales”, del suscrito, justo mencionamos ese tema y de la insidia del mandatario boliviano en su ataque directo contra la Alianza del Pacífico, indicando que la misma era una creación del “imperio” norteamericano, desconociendo que la creación e impulso de dicha Alianza fue peruana (propiamente del presidente Alan García) y secundada de inmediato por sus actuales miembros. ¡Señores, quiere decir que sí nos leen!

Por otro lado, ha hecho muy bien el presidente Humala en salir de inmediato y desbaratar esta insidia boliviana, pues lo que sucede es que se dan cuenta de que el sistema de una economía de libre mercado es largamente superior al mamarracho bolivariano de las Casas de Alba, así como que el MERCOSUR por su parte tampoco camina.

Pero por otro lado, la política que Evo viene implementando en el altiplano, que consiste en abrir las puertas a una serie de movimientos ideo-políticos-religiosos ajenos a nuestra región y a nuestra idiosincracia, es un juego altamente peligroso no solo para Bolivia sino para toda la región. Se encuentra ingresando a dicho país una serie de movimientos islámicos contrarios a nuestros pensamientos y voluntades democráticas y estos movimientos islámicos no solo están conformados por ciudadanos de origen árabe, sino también iraníes y africanos. Aparte de ello, se manifiesta la presencia de gran cantidad de “asesores” cubanos y venezolanos que se encuentran interesados en la exportación de su revolución. Es decir, se está armando tremenda mazamorra político-ideológica-religiosa que nadie sabe cuál irá a ser el resultado de esta mezcla. Pero de lo que sí nos encontramos seguros es que la proyección de la misma y sus objetivos no son solo de dedicarse a Bolivia, sino que indudablemente su intencionalidad es proyectarse a toda la región a fin de promover el caos y, por qué no decirlo, el terrorismo. No podemos pecar de ingenuos o naifs. Estamos observando el semillero de estos movimientos al lado de nuestras fronteras y no debe preocuparnos solamente a nosotros. También deberían inquietarse en Brasil, Chile, Argentina y Paraguay. Evo, en su afán populista, no se da cuenta o lo está haciendo sabiendo en lo que se mete. En un futuro cercano veremos las consecuencias negativas de esta política nefasta. Solo hay que estar preparados para impedir que nos infecte. Por ello se resaltan las declaraciones del presidente Humala en la oportunidad a la que nos referimos, en las cuales también expresó que no siguió el camino chavista, porque “en las decisiones políticas debe primar una realidad, una dosis de pragmatismo, porque la gente no come discursos”.

Fuente: Diario Correo (Perú)