En las últimas semanas la crisis que vive Venezuela se ha venido acentuando, el Presidente Nicolás Maduro ha iniciado una batalla contra lo que él ha llamado la “Guerra Económica” según él orquestada por los empresarios de la oposición. La fuerte crisis económica que vive Venezuela claramente es producto de más de 14 años de equivocadas políticas económicas, bajo un ambiente de baja en los precios del petróleo y una considerable disminución de la producción petrolera,  un alto endeudamiento  y una enorme cantidad de fondos que se van al extranjero en dádivas a los países del ALBA, aunado a altísimos índices de corrupción.

Es insólito que en un país petrolero con grandes riquezas la inflación anualizada supere el 55%, siendo la más alta de Latinoamérica. Además de los altos niveles de desabastecimiento producto de la regulación y control de precios de los productos fundamentales de la cesta básica. No hay leche, aceite, papel toilettes, mantequilla, jugos, quesos entre otros productos básicos. Además para adquirir los pocos alimentos que se encuentran en el mercado hay que hacer grandes y largas filas.

El déficit fiscal o desequilibrio de egresos mayores a ingresos es de más de 12% y la balanza de pagos externa deficitaria. Todo ello ha hecho que los precios de los productos y servicios hayan subido de manera acelerada. Ante la situación electoral comprometida para el partido del Gobierno y la inflación desenfrenada, el Sr. Nicolás Maduro decidió buscar otros culpables de la guerra económica y desato una ofensiva contra los comerciantes de electrodomésticos y llamo a saquear comercios y ordeno cortar precios a la mitad.

Esto ha aumentado la popularidad del Gobierno,  ya que el pueblo ha podido comprar electrodomésticos y  demás bienes de lujo a precios, por debajo en algunos casos de su valor, lo cual se traducirá a corto plazo en más populismo, controles y represión por una parte y mayor desabastecimiento  y desempleo por otra.

Adicionalmente, la Asamblea Nacional Venezolana, de mayoría oficialista aprueba una ley habilitante que otorga poderes especiales, en materia económica y financiera, al Presidente Nicolás Maduro para que éste pueda pelear en esta  “guerra económica”.

Como reacción a los referidos acontecimientos los venezolanos demócratas salieron a protestar a la calle el pasado sábado 23 de Noviembre, convocados por el líder de Oposición Henrique Capriles Radonski, en varias ciudades del planeta. Esta jornada fue de protesta pacífica contra las políticas autoritarias del gobierno Venezolano,  la corrupción,  la inseguridad,  el desabastecimiento, los controles y la discriminación. Así como por la reciente aprobación de la Ley Habilitante.

Estas protestas seguirán efectuándose, como afirma Leopoldo López, otro de los líderes políticos de la oposición Venezolana “Con protesta de calle y voto mayoritario el 8D impulsaremos la sustitución de Maduro”, la oposición venezolana unida está trabajando para lograr que la gente vaya a votar el 8 de Diciembre en las elecciones para Gobernantes locales, a los fines de dejar claro que más de la mitad del país quiere un cambio ya.

Fuente: HACER (Uruguay)