Por primera vez se confirma de forma oficial el número de máquinas para enriquecer uranio. Este lunes la agencia atómica de la ONU centrará su debate en el controvertido programa iraní.

Irán está construyendo unas 3.000 centrífugas avanzadas para enriquecer uranio,informaron el domingo medios iraníes, algo que probablemente se sume a las preocupaciones occidentales sobre el estado del controvertido programa nuclear del país islámico.

La información fue dada por el jefe de la Organización Iraní de Energía Atómica, Fereydoun Abbasi-Davani, quien ya había anunciado previamente este año que se instalaría una nueva generación de centrífugas en su planta de enriquecimiento de uranio en Natanz.

No obstante, es la primera vez que Irán aporta una cifra concreta del número de nuevas máquinas, que podrían permitirle al país islámico acelerar significativamente la acumulación de material que Occidente teme que podría ser utilizado en un arma nuclear.

Aunque Irán dice que está refinando uranio solo para fines pacíficos, la Junta de Gobernadores del OIEA, la agencia nuclear de la ONU, celebra a partir de mañana lunes su reunión de primavera, centrada en el programa nuclear de Irán, que, en contra de todas las advertencias internacionales, sigue adelante con sus actividades más polémicas.

Los 35 países miembros de la Junta analizarán en su encuentro, el primero de este año, el reciente informe técnico elaborado por los inspectores del OIEA en la República Islámica.

Según este documento, los iraníes siguen adelante con su programa de enriquecimiento de uranio, incluyendo la instalación de nuevas centrifugadoras de gas, que son entre tres y seis veces más veloces que las usadas hasta ahora.

A su vez, los técnicos iraníes han convertido parte del material enriquecido al 20 por ciento en combustible para el reactor científico de Teherán.

No obstante, el OIEA critica en su informe la falta de avance en las negociaciones sobre la investigación de las dimensiones militares del programa nuclear iraní.

Al mismo tiempo, en las más recientes negociaciones entre Irán y el llamado Grupo 5+1, compuesto por los cinco países miembros del Consejo de Seguridad de la ONU, más Alemania, las potencias presentaron a Irán una serie de propuestas que, a diferencia de anteriores ocasiones, no fueron rechazadas de entrada por los iraníes.

Sin embargo el encuentro terminó con la negativa de Teherán a cerrar su planta de enriquecimiento de uranio, una reunión a nivel de expertos en Estambul en marzo y una nueva mesa de negociaciones en abril.

El Consejo de Seguridad de la ONU exige desde el año 2006 que Irán suspenda su programa de enriquecimiento de uranio, un material de posible doble uso, civil y militar.

Gran parte de la comunidad internacional teme que Irán desarrolle, bajo el paraguas de un programa civil, la capacidad de construir una bomba, algo que Teherán rechaza alegando que sólo tiene intenciones pacíficas como la generación de energía eléctrica.

Fuente: Infobae América (Argentina)