El Índice de Competitividad global se ha publicado desde 1979 por el Foro Económico Mundial. Ese foro reúne a los principales líderes empresariales, líderes políticos internacionales y periodistas e intelectuales selectos de todo el mundo, con el objetivo de analizar los problemas que más apremian el mundo y cuentan con variedad de iniciativas, como Salud Global.

Con promotores y detractores, el Foro tiene credibilidad, interrelacionándose con organismos como las Naciones Unidas y habiendo pasado por el Foro personajes como Nelson Mandela. Por su parte, el Índice de Competitividad Global es mundialmente reconocido y mide distintos aspectos de un país para compararlo con otros.

El índice evalúa 12 pilares y más de cien componentes. El primer pilar evalúa a las instituciones del país y en Guatemala es donde solemos salir peor evaluados. Desde el año 2009, el crimen y robo son los principales problemas para hacer negocios, seguido por la corrupción. Revisando a detalle el pilar de las instituciones, hay un PEQUEÑO dato que desmiente el intento de los defensores de la Cicig, de demostrar que ha servido para algo: SOMOS el país peor calificado a escala mundial en crimen organizado en el índice 2013-2014. Y si viéramos la serie de evaluaciones desde el año 2009 al 2012, solíamos estar en penúltimo lugar —solo otro país nos quitaba el deshonor—, o sea que en vez de mejorar, empeoramos.

Al ver a detalle temas relacionados con instituciones o confianza en la Policía, seguimos igual o casi igual. Hasta hoy, la Cicig solo ha servido para que un grupo de burócratas internacionales hayan recibido tremendos sueldazos y se hayan creído emperadores del país —Castresana—, pero los DATOS dicen otra cosa. ¿O van a desvirtuar el hecho de que Guatemala ha pasado del penúltimo lugar en crimen organizado al último? La Cicig no ha servido para fortalecer instituciones. Sigue siendo en lo que peor salimos evaluados. ¿Cuánto le ha costado la Cicig a la comunidad internacional en dinero? ¿Alguien sabe su presupuesto, cuánto le pagan a cada uno de los que trabajan ahí y cómo los seleccionan? ¿Quién los supervisa a ellos?

Que sus resultados es para que los despidan ya!! Mientras tanto, los guatemaltecos vemos con estupor cómo el caso de la red de prostitución de menores que involucra al hijo de un magistrado se maneja en secreto. ¿NO hay ahí un aparato clandestino que viola los DDHH de los guatemaltecos, en este caso, de las niñas víctimas?.

Fuente: Centro de Estudios Económico – Sociales (Guatemala)