Historias de pavor y actos heroicos de los emigrantes.

No tendría que ser así. Tras las cifras del reciente estudio de la OIM, titulado “Perfil Migratorio de Guatemala 2012”, se esconden historias de pavor y actos heroicos de los chapines que viajan al extranjero, tratando de mejorar su nivel de vida. Un promedio de 44 mil guatemaltecos dejan cada año su hogar, con la esperanza de un futuro mejor. Las cifras son alarmantes. Y nos invade un sentimiento mitad tristeza, mitad admiración –dependiendo de cómo se mire– al cobrar conciencia de que detrás de cada uno de ellos hay una historia de heroísmo, riesgo y sacrificio personal.

¿Cómo emigran los chapines? En el citado reporte se responde: “Escondidos en dobles fondos de autobuses… saltando hacia los furgones del tren en movimiento… cavando túneles, saltando muros, escondidos en la maleza. Caminando largos tramos por el desierto. Recorriendo las selvas mexicanas para llegar a un poblado próximo”. Muchos de ellos han muerto en el intento. Algunos lectores podrán contar historias similares de familiares, amigos o conocidos.

Pero, ¿por qué tiene que ser así? En primer lugar, debemos lavar los trapos sucios en casa. ¿Por qué no se generan en el país las oportunidades económicas que buscan los emigrantes? La principal razón es que Guatemala no ofrece instituciones que resulten atractivas a las grandes inversiones de capital. El capital no tiene nacionalidad, pues fluye de un país a otro muy fácilmente, en busca de condiciones cada vez mejores, y Guatemala no las ofrece. No tenemos que inventar el agua azucarada. Honduras le dio un buen ejemplo al mundo recientemente, con sus “Zonas de Empleo y Desarrollo Económico” (ZEDE). Las ZEDE abren las puertas para que los hondureños desarrollen ciudades libres, adoptando las mejores instituciones atractivas para el capital. (¡Ojalá que los hondureños no tengan que abandonar pronto su país, en busca de mejores oportunidades!). Lo mismo podríamos hacer en Guatemala.

Pero, además, Estados Unidos debería eliminar ya todas las restricciones a la libre migración de trabajadores guatemaltecos de buena fe.

Fuente: Centro de Estudios Económico – Sociales (Guatemala)