En las últimas semanas se ha discutido públicamente sobre la iniciativa del Gobierno de legalizar la deuda flotante —espuria desde el inicio— y pagarle a los “cuates”. El pueblo de Guatemala, en su mayoría, está en contra, pero pareciese que toda la culpa es de los políticos y se olvida en la discusión la responsabilidad de los “otros”.

¿Y los que están cobrando esas supuestas obras? ¿No son iguales o más responsables de eso? Soy una ferviente creyente en el mercado, la empresa y la empresarialidad, pero no debe confundirse con apoyo a mercantilistas —gente que hace negocios al amparo de privilegios que otorguen los políticos de turno vía el poder estatal— y mucho menos, que la libertad de empresa signifique “permiso para delinquir o hacer fraudes”. El principal problema de Guatemala es que no existe un estado de Derecho donde tanto las empresas como las personas tengan claros sus derechos y obligaciones, con un sistema de justicia que haga cumplir la ley eficientemente y todos la respeten.

Si se llegan a aprobar los bonos será premiar a la mafia de políticos y mercantilistas corruptos que seguirán haciendo negocios oscuros para seguir exprimiendo a los guatemaltecos. Esos bonos y préstamos —de los que hablaré la próxima semana— van a incrementar el déficit fiscal del país en más del 3%, aparte del pésimo mensaje a nivel internacional de que se legaliza lo ilegal que apesta a corrupción, alejando más la inversión extranjera sana y de largo plazo. ¿Por qué la crítica pública hacia las empresas que hicieron supuestos trabajos, “sabiendo” que no había partida presupuestaria y que era ilegal “no es” similar o mayor que la crítica hacia los políticos corruptos?

¿Quiénes son más culpables de esto de los bonos, los políticos corruptos o las empresas que dicen hicieron estos supuestos proyectos sabiendo que era ilegal y en nubes de corrupción según muchos? ¿Qué les deben desde el 2001 y así han seguido dando crédito?

No conozco a nadie que dé crédito por 12 años sin cobrar y sin demandar si tienen los documentos de respaldo en orden. ¿Ustedes sí? El sector privado y cada empresario en lo particular, con su discurso de responsabilidad social y ética, “debe” ser más contundente en su rechazo al asqueroso negocio de los bonos, por el propio bien del sector privado y el futuro del país. Estado de Derecho se construye respetando la ley, tanto empresas como personas. Si no respetaste la ley, paga las consecuencias de tus errores y no manipules la ley —o intenta cambiarla— a tu favor. ¿Es ético que se pague algo que era ilegal desde el inicio? ¿Quieren que terminemos como Grecia, quebrados e intervenidos?

Fuente: Centro de Estudios Económico- Sociales (Guatemala)