Quien comienza a endeudarse para pagar sus deudas está en serios problemas. Esto lo saben perfectamente las personas y los empresarios, pues demuestra que sus egresos superan a sus ingresos. La solución es apretarse el cincho.

El gobierno actual está pasando por esta situación. Debe pagar la deuda flotante del gobierno anterior, que aparentemente asciende a Q3,500 millones. Una cifra nada despreciable que es el resultado de una mala administración. Esta deuda debió haberse pagado con los ingresos presupuestados del gobierno anterior, pero no fue así y tampoco ha sido así con el gobierno actual. La idea de endeudarse emitiendo bonos para pagar esa deuda es un error y una salida fácil, pues no se nota austeridad en el gasto ni la intención de reducirlo.

¿Por qué el gobierno no demuestra austeridad y reduce sus gastos? De esta forma podría obtener los recursos para pagar la deuda flotante y no solo eso sino que este es el camino correcto para reducir el monto total de la deuda que tiene Guatemala y que se come buena parte del presupuesto.

Pagar deuda con más deuda es mal visto por los analistas económicos, porque demuestra descontrol financiero y poca seriedad en el manejo del gasto público. Por otro lado, el déficit se incrementará y el gobierno comprometerá recursos de los siguientes presupuestos para el pago de esta deuda y sus respectivos intereses.

Encima de todo, no está aún claro si ese monto de Q3,500 millones es una deuda legal o no. Por ello, me parece correcto que se pida al gobierno que se audite para verificar si se ejecutó la obra y si la contratación está en orden.

Según el ministro de Finanzas, la emisión de Bonos del Tesoro, instrumento para este nuevo endeudamiento de parte del gobierno, se haría por un monto de Q3,445 millones. Adicional a esto se pretende aprobar dos préstamos que sumarían Q3,496 millones en apoyo al presupuesto del 2013. En total el nuevo endeudamiento ascendería a Q6,941 millones, que a una tasa de 7.8% anual implicaría intereses por Q541.4 millones. Esto significa que el presupuesto de gastos tendría una nueva y prioritaria obligación del pago de intereses por ese monto, además de la amortización anual o parcial de la nueva deuda. Los recursos disponibles del nuevo presupuesto se verán restringidos así por este nuevo endeudamiento.

¿Por qué no reducir el gasto? La reducción del gasto mandaría un mensaje de confianza a los inversionistas del mundo entero, con lo cual atraeríamos más inversiones que es lo único que nos permitirá un mayor crecimiento económico. El mensaje que está dando el gobierno al pagar deuda con deuda es negativo, ahuyenta a los inversionistas, fomenta el despilfarro, incrementa la corrupción e implica más consumo. Justo todo lo contrario de lo que necesita el país para tener un crecimiento económico que permita reducir la pobreza y crear más oportunidades.

¿Dónde comenzar la reducción del gasto? Reduciendo personal en todos los ministerios del gobierno, cerrando oficinas (considero que casi todas las oficinas del gobierno son burocráticas e innecesarias). Hay ministerios que no justifican su existencia, por lo que se podrían cerrar de inmediato. Lamentablemente, este gobierno ha incrementado la burocracia y el número de ministerios. Existen proyectos que al ver su aprobación y descubrir su mala o nula ejecución, parecieran hechos a la medida de algunas personas o sectores a modo de obtener un beneficio fácil y rápido de ellos.

No es solución incrementar impuestos, como tampoco lo es aumentar el endeudamiento. La única y verdadera solución es la reducción del gasto para que nuestra economía pueda crecer y disminuyamos así el peligroso y creciente déficit.

Fuente: Centro de Estudios Económico-Sociales (Guatemala)