Tenemos agricultura muy eficiente en las grandes unidades, pero no en los minifundios.

Si alguien que no tuviera ideología y no conociera nuestra historia nos visitara y realizara un análisis FODA de nuestra patria, es probable que sacara las siguientes conclusiones:

Fortalezas: recursos humanos y recursos naturales. En efecto, muchos guatemaltecos han destacado en las distintas profesiones, en las artes y en algunos deportes.

Nuestros recursos naturales son muy adecuados para el turismo, la minería (con responsabilidad), la generación de energía eléctrica y la agricultura.

Debilidades: carencia total de un Estado de Derecho, carencia de una economía de mercado sin sesgos mercantilistas y populistas, y carencia casi absoluta de una clase política inteligente y honesta.

Nuestra mayor debilidad consiste en que por falta de liderazgo no podemos aprovechar nuestras fortalezas, y la conflictividad social impide tener un proyecto de nación que beneficie a todos los guatemaltecos.

Nuestro visitante encontraría a una minoría que vive como en un país del primer mundo, y a una mayoría que vive debajo de la línea de la pobreza sin acceso a servicios tan básicos como agua potable, salud y educación.

Así también, el visitante encontraría un clima pésimo para generar plazas laborales formales ya que los inversionistas potenciales enfrentan leyes fiscales mal redactadas, tribunales ineficientes y corruptos, líderes empresariales con visión de corto plazo, líderes sociales destructivos que manipulan a las masas ignorantes y que viven de la “cooperación internacional”, y líderes políticos que viven de la miseria de nuestra población.

Oportunidades: nuestra patria está colocada geográficamente en el centro de América con bellezas naturales y atractivos arqueológicos que le permitirían explotar el turismo si hubiera seguridad. Tenemos vocación minera, pero las leyes no protegen a quienes pueden salir afectados por la minería o por las hidroeléctricas. Tenemos agricultura muy eficiente en las grandes unidades, pero no en los minifundios. Muchas naciones, especialmente en el sudeste asiático, hace 60 años estaban peor que nosotros y ahora pertenecen al primer mundo; la fórmula del éxito de estas naciones es muy sencilla: Estado de Derecho y economía de mercado, lo cual significa integrar una mesa redonda, sin políticos, con líderes laborales, empresariales e intelectuales y definir las reglas del proyecto de nación para los siguientes 50 años.

Amenazas: la globalización es obligatoria por lo que debemos abrirnos e integrarnos a los bloques comerciales que respetan las leyes del mercado. Integrarnos a los bloques populistas como el ALBA, sería el peor error que solo profundizaría nuestra conflictividad social.

La injerencia de manipuladores extranjeros que financian el conflicto interno debe erradicarse, pues de lo contrario un proyecto de nación será imposible de lograr.

Fuente: Centro de Estudios Económico- Sociales (Guatemala)