Dice la canción: que tengo pena contigo y yo comparto tu condena. Estamos en vísperas electorales y por tanto a merced de la contaminación, no sólo de postes, de bulla, de invasión a la privacidad… te llaman a tu casa, a tu celular, personas que no conoces, a quienes jamás entregaste información.

Te “requisan” en la calle tu voto, te invaden de colores que llegan a ser estridentes, colores “focos”, fosforescentes, similares a los de una cotorra.

Tengo pena contigo, yo comparto tu condena… En el baratillo de ofertas entre la rutina… el truquito… la maroma… tenemos a los que ya tuvieron su chance y los sacaron; a los que en seis años no han podido hacer nada… nada más que demostrarnos que la Universidad no les sirvió para un carajo. Y me pregunto si será por eso que ahora la vendetta es contra las universidades y los maestros universitarios… Para los que no se prestaron para el truquito y la maroma del cartoncito; que lo que debes hacer es ponerte más bravo que el resto y que el “ordena” primero, insulta dos veces, que la prensa es para romperla… ¡Bendito!

Qué pena me da… Así mismo tenemos a los cómplices arrepentidos y que ahora se han dado cuenta que cometieron un error de juventud; está el hombre que nos habla de la Palabra, están los cónyuges, los chimbadores, y los que nos llenan de esperanza porque nos ofrecen Otro Ecuador… ¡Bendito!

Hasta pena me da… La cancha inclinada, dicen que para favorecer al equipo de los licenciados. Pero se rasgan las vestiduras viendo lo ajeno y no lo propio, a tal punto que bien le podemos cantar la estrofilla de “…espera q salga tu numerito… espera que gane tu caballito…”, porque a la alianza “citrus punch” (por sus colores entre el limón y la naranja) sí se les permite caminar juntos y cualquier observación que se haga sobre ellos, es como hablarle a las Paredes.

Despierta, mi pana, defiende lo tuyo… No nos queda otra que cantar con el señor Henry Fiol que tengo pena contigo, que yo comparto tu condena, y también espero el grito, que romperá las cadenas… pero hasta tanto, qué pena me da, víctimas de la injusticia… la rutina… el truquito… la maroma… ver a la gente abusada… la jugada… la avaricia… ¡Ay, bendito…!

Fuente: La República (Ecuador)

Ver video “Ahora me da pena” de Henry Fiol: