Mi intención no es abortar en detalles, ya han abortado bastante; pero sí es mi propósito que a este HT de twitter, se le contraponga uno positivo: que sea #AdoptoPorViolación y que, en lugar de pensar “soberanamente” en lo físico con énfasis feminista, vayamos más allá.

Me pregunto si existe en el país un estudio de cuantas mujeres han intentado tener hijos y no han podido. Existen instituciones que se dedican a criar niños abandonados y huérfanos, pero hijos de víctimas de violación, no creo. Si me equivoco, me dará profunda emoción que me corrijan.

No es por burlarme, señores. Pero cuando leo el #AbortoPorViolacion, me detengo a reflexionar que para determinar si una mujer ha sido víctima de violación es todo un proceso, donde debe existir un tiempo mínimo para que incluso un juez se pronuncie. A lo mejor, cuando el niño este entrando al kínder, obtengan recién el pronunciamiento de “ok, procede el aborto”. Qué van a hacer entonces.

No se entiende que quienes defienden la vida de un árbol o un toro, sean quienes han tomado por bandera el #AbortoPorViolacion. ¿Acaso vale mas la vida de una planta o un animal? ¿Más que la de un ser humano…?

El ovulo no vale más que el espermatozoide; y el espermatozoide no vale más que el óvulo; por el contrario ambos encuentran su “igualdad” útil en el embrión.

Por lo que propongo que, en lugar de “legalizar” el aborto, se genere la cultura de la “adopción” y se eduque en este sentido; dando así una alternativa pro-vida a quienes han sido víctimas de algo tan atroz como este delito. Las consecuencias traumáticas de una violación deben ser terribles. No es humano que se le sume las de un aborto.

Con esta alternativa, en lugar de convertirnos en un país extirpador de embriones, ojalá logremos ser un país generador de familias.

Fuente: La República (Ecuador)