Dale un concierto libre a un gobierno comunista y lo primero que obtendras será funcionarios actuando como aristocratas prepotentes reclamando privilegios.
Eso fue lo que intentó la élite burocrática cubana en el concierto “paz sin fronteras” organizado por Juanes y Miguel Bosé. Exigían, faltaba más, una zona privilegiada para los privilegiados hijos de privilegiados funcionarios públicos, así como para los un poco menos privilegiados estudiantes del partido. Por si fuera poco, también querían impedir la entrada de algunos cubanos (obviamente poco privilegiados).
Para un gobierno que esgrime el igualitarismo como coartada de su aparato represivo, este concierto ha resultado más revelador que mil misiones de la OEA.
Fuente: Dedo Medio
Que tipico, lastima que el mundo no quiere reconocer la verdad de Cyba, Venzuela, etc. es hipocresia lo que promueven, dicen hacer una cosa y estan haciendo otra.