Este jueves se han cumplido ochenta días desde que el médico, disidente y periodista independiente cubano Darsi Ferrer pasara a estar sometido a “prisión preventiva” por el régimen castrista. Desde el miércoles, este miembro del movimiento democrático de la Isla que se encuentra detenido en la cárcel de Villa Grande, en La Habana, está llevando a cabo una huelga de hambre para protestar por las condiciones de su detención.

En una carta abierta de la que se hace eco la CubaNet, la mujer de Dasi Ferrer, Yusmaini Jorge, denuncia que “hace tres meses que la fiscalía le aplicó como medida cautelar la prisión preventiva, sin tomar en cuenta que la ley de procedimiento penal establece que la prisión preventiva sólo es aplicable cuando el delito causa alarma, tiene alta incidencia en el territorio, o existe sospecha fundada de que el acusado pretende evadir la justicia”. A esto añade: “Ninguna de esas condiciones se cumplen en el caso de Darsi”.

Yusmaini Jorge informa de que “Darsi comenzó una huelga de hambre el pasado 13 de octubre, como protesta por las arbitrariedades del gobierno cubano, que lo tiene injustamente preso violando la ley. Se le acusa de un supuesto delito de receptación, que por sus características cae en la categoría de proceso penal abreviado, lo que equivale a que debían haberle celebrado el juicio en menos de 20 días”. La esposa del periodista independiente y médico encarcelado denuncia: “La intención del gobierno es clara: mantener a Darsi en la cárcel por razones políticas, sin importarle para nada el respeto por sus propias leyes”.

Como ya informó eldiarioexterior.com, el pasado 12 de julio Ferrer y Jorge fueron bajo arresto durante 12 horas, antes de la detención del médico y periodista independiente, tras la irrupción de agentes del régimen en la vivienda familiar con la excusa de decomisar dos sacos de cementos, un par de ventanas de aluminio y otros materiales de construcción adquiridos sin la preceptiva documentación. Ferrer sufrió una paliza por negarse a abandonar la comisaría mientras no le fueran restituidos los materiales incautados por los policías.

Según la ley relativa al tipo de delitos que se le imputan, el juicio tendría que haber tenido lugar como máximo sesenta días después del arresto, según informa Reporteros Sin Fronteras (RSF). El 9 de septiembre de 2009, al sufrir descalcificación que le provoca serios dolores dentales, le denegaron una petición para un tratamiento médico. El director de la prisión se justificó alegando que no conseguía las autorizaciones necesarias por parte de los servicios de contraespionaje, según denuncia RSF.

Fuente: Diario Exterior