Los gobiernos tenemos que entender que el rol del Estado debe ser facilitar el rol del emprendedor. Y en eso España tiene mucho que avanzar. Hay un exceso de regulación, de diferencias de regulación, de subsidios mal asignados. Las reglas claras facilitan mucho el desarrollo económico del país. Tenemos que entender y aceptar que el Estado debe ser un socio no un dificultador.

Pablo Longueira, ministro de Economía de Chile y quizás candidato para las próximas presidenciales, ha visitado España para preparar la próxima cumbre Iberoamericana de Cádiz y para convencer a los empresarios españoles de las bondades de su país. Chile quiere inversores y cree que es el momento óptimo para las pymes españolas.

Pregunta.- ¿Qué les ha dicho a los empresarios?

Respuesta.- Los españoles, empresas y Gobierno, tienen que ver a Chile como parte de la solución de su problema. Hemos batido nuestro récord histórico de inversión extranjera directa. Este año vamos a crecer un 5,2%. Es un país con prácticamente pleno empleo. Y vengo a promover la inversión de las pymes.

P.- ¿No deben temer la inseguridad jurídica de la región?

R.- En Chile hay certeza jurídica, se respeta la inversión extranjera. Opera el Estado de Derecho y las instituciones funcionan. Las inversiones españolas son todas de largo plazo. En concesiones viales, se acaban de ganar compañías españolas la construcción de hospitales, cárceles. Chile es un país que no tiene reservado ningún sector para el Estado. El que no vaya, se va a arrepentir.

P.- ¿Qué lo ha hecho atractivo?

R.- Somos un país abierto. Tenemos tratados de libre comercio con el 94% del PIB mundial. Tenemos un arancel promedio que no llega al 1%. Las reglas son claras y transparentes. Un dólar invertido por un extranjero o por un chileno tiene el mismo trato. Y hay un gran consenso de todos los actores para resguardar los equilibrios macroeconómicos. Somos responsables.

P.- Su famosa regla fiscal.

R.- Hace varios años se aprobó de forma unánime una regla de superávit fiscal que nos obliga a ahorrar todo el excedente que tengamos en un alto ciclo del precio del cobre. Eso nos ha llevado a tener cerca de 20.000 millones de dólares guardados, cuando la deuda pública no supera los 15.000 millones. Desde el punto de vista de la responsabilidad fiscal hemos sido un ejemplo.

P.-Para contrarrestar la excesiva dependencia del cobre.

R.- El 15% del PIB chileno proviene de la minería. Tenemos inversiones mineras programadas para los próximos 8-10 años que superan los 120.000 millones de dólares. Más del 15% del presupuesto de la nación depende del impuesto a las grandes compañías mineras. No podemos pensar en el gasto público sin tener la vista en el largo plazo, porque de lo contrario se vive lo que está sufriendo Europa y España.

P.- También reformaron las pensiones hace 30 años.

R.- Ha salido recientemente el informe mundial, y el de Chile, en la última década, es el sistema más rentable del mundo, con un promedio real del 5,8%. Es imposible entender el éxito de Chile sin esto. Hoy tenemos un ahorro del 80% del PIB en fondos de pensiones..

P.- ¿Aconsejaría a España imitar su sistema?

R.- España debe avanzar a un modelo muy parecido al que tiene Chile. Es muy fácil mantener modelos que son insostenibles y que no se hacen cargo de los cambios de edad que hemos tenido en la sociedad. Y también de un desarrollo económico gracias al que cada vez se trabaja menos. Los sistemas de reparto deben ser revisados. Porque si no, se convierten en uno de los factores más importantes para los déficit fiscales de los países.

P.-¿Qué más puede aprender España de su país?

R.-Tras los encuentros que he tenido, creo que si en algo debe avanzar es en la disminución de la burocracia. Tengo la sensación de que existe un exceso de regulación en distintas actividades que ha frenado el desarrollo empresarial y emprendedor. Debe haber una flexibilización que permita la incorporación de la juventud al mercado laboral. Los gobiernos tenemos que entender que el rol del Estado debe ser facilitar el rol del emprendedor. Y en eso España tiene mucho que avanzar. Hay un exceso de regulación, de diferencias de regulación, de subsidios mal asignados. En Chile no tenemos subsidios en ningún sector, por lo que los precios se sinceran. Y ningún burócrata decide si se premia o no con subsidios alguna tecnología o algún sector en particular. Las reglas claras facilitan mucho el desarrollo económico del país. Tenemos que entender y aceptar que el Estado debe ser un socio no un dificultador.

Fuente: El Mundo (España)

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