Ayer por la tarde en Nicaragua, la Corte Suprema de Justicia, por medio de 6 personas que fueron nombarados como magistrados de es poder del estado, pero que en realidad son militantes de un partido político, declararon la inaplicabilidad de un norma constitucional porque se opone a otra norma constitucional, es decir declararon inconstitucional la Constitución.
El neopopulismo adquiere rostro local en el Danielismo, mismo que se acopla cómodamente al formato internacional dibujado por el chavismo. Este proyecto político logra su mayor expresión con la figura de la reelección que atenta con la esencia democrática de la alternancia en el poder.
Representantes de la Comisión Permanente de Derechos Humanos (CPDH) y del Movimiento por Nicaragua, entregaron ayer 15 mil firmas de ciudadanos que se oponen a las reformas constitucionales. Adicionalmente entregaron los resultados de una encuesta en la que el 70 por ciento de los ciudadanos rechaza la reelección presidencial, y el 64.8 por ciento se opone a modificar la Carta Magna. Al respecto, el FSLN amenaza con sacar turbas.
Hay quienes manejan los principios como si fuesen de plastilina. Si las sanciones económicas son buenas para Honduras porque hubo un supuesto golpe de Estado, ¿por qué no habrían de serlo para Nicaragua donde hubo un grosero fraude electoral?