La verdadera causa de la crisis se encuentra en lo que los gobiernos hicieron o dejaron de hacer, y por lo tanto ésta ya no es una crisis de naturaleza económica, sino una de naturaleza política, y lo seguira siendo.
¿En qué momento todos estos perdieron el sentido mínimo de la proporción? ¿Cómo pueden conciliar las lecturas mal digeridas de Marx con la versión más integrista del Corán? ¿Cómo casan los émulos posmodernos del Che Guevara con los barbudos descorbatados que defienden el islam más tiránico? ¿Cómo se levanta la bandera de la libertad apoyando una de las dictaduras más feroces del planeta?
Más que delicado es amenazante la campaña del dictador de Irán, aunque lo llamen presidente, en el sentido de viajar y penetrar países del Hemisferio Occidental con el abierto propósito de desafiar o insultar al gobierno de los Estados Unidos de América y prometer la eliminacion de Israel del mapa del mundo.
El pretendido chantaje de envalentonarse con visitas prefabricadas, no pasa de ser una balandronada de un espécimen como Ahmadinejad que se va extinguiendo en un mundo que reclama más derechos humanos y menos trashumantes de la política, que por la locura del poder no se detienen ni siquiera ante el ridículo.
Preocupados por el surgimiento de lo que llamaron un “nuevo modelo dictatorial”, parlamentarios de nueve países latinoamericanos conformaron una alianza continental para hacerle frente al sistemático ataque emprendido contra las instituciones democráticas de respectivos países.
Luego de que el despiadado tirano libio, Muammar Gadafi, fuera muerto por su propio pueblo -harto de sus crímenes de lesa humanidad- logró sin embargo subir a algunos altares políticos latinoamericanos donde algunos lo veneran como si fuera un héroe.
Continuar analizando el mundo en los términos que la guerra era el objetivo y el comercio despreciable, es ignorar la realidad del mundo en que vivimos. En esa visión nos encontramos cuando se pretende analizar el crecimiento económico de China como un intento de dominación del mundo, y se ignora que las razones por las que crece son precisamente las contrarias a las que determinaron la crisis europea.
Acabo de regresar de un viaje por Honduras y México. ¿Que hay de común entre ambos países más allá de la cercanía geográfica, la belleza de sus paisajes, la riqueza natural, la exquisitez de sus comidas y por sobretodo la calidad de su gente, entre miles de otros atributos? Lamentablemente, la sensación de miedo, riesgo e impotencia que se vive al conversar y caminar por sus calles.
Esperemos y confiemos que Aristóteles y Ortega nos iluminen y reconozcamos que el llanto socialista por los pobres es hoy el mayor instrumento para hacerse rico desde el poder a través del Estado.
Ceausescu se iba en su helicóptero, Sadam Husein se ocultaba en un hueco, el tunecino Ben Alí huyó al exilio, Gadafi se fugaba en un convoy y terminó escondido en un desagüe. Los autócratas escapan, se van, no se inmolan en los palacios desde los que dictaban sus arbitrarias leyes; no mueren sentados en las sillas presidenciales con la banda de tela roja cruzándoles el pecho. Siempre tienen una puerta escondida, un pasadizo secreto por el que se escabullen cuando sienten el peligro.