El Dr. Alejandro Chafuen se dedica al estudio del escolasticismo, una corriente filosófica que se extendió en la Europa occidental entre los siglos XI y XV.
El Dr. Alejandro Chafuen recibirá un doctorado honoris causa de la Universidad Francisco Marroquín. El economista argentino-estadounidense vive entre dos mundos: el de los tanques de pensamiento y el de las aulas. En el no hay contradicción entre las dos esferas, sino complementariedad y sinergía.
El Dr. Joseph Keckeissen, un estoico hermano salesiano, un académico de primera y un Profesor donde los hubo, tenía unos ojos brillantes, como de veinteañero vivaz. Se veía frágil pero no lo era. Llegó a los 85 llevando una rutina que hubiese agotado a cualquiera con medio siglo menos de edad.
¿Cómo quiere el gobierno que la gente tribute si no lo facilita? Invito a los representantes de “organismos internacionales” que hablan sobre la baja recaudación tributaria en el país a que visiten los locales de la Superintendencia de Atencion Tributaria (SAT), a ver si les dan ganas de hacer un trámite.
El sociólogo y politólogo Roberto Blum aseguró que el origen del rechazo de la población al divorcio de Sandra Torres y el presidente Álvaro Colom es el aspecto moral y el truco para lograr una candidatura.
Pobre Guatemala, con políticos con prioridades tergiversadas: Antes de hablar de incremento de impuestos, hablemos de reformas de fondo en la forma en que se usa el dinero y prioricemos seguridad y justicia. Sin la misma no hay inversión ni generación de empleo en el país.
En septiembre del año pasado comenté sobre las tendencias de incremento de precios de los alimentos a nivel mundial, y la semana pasada los recientes análisis de la ONU para la Agricultura y la Alimentación.
En las pasadas elecciones todos discutieron si fulano o zutano era el mejor candidato a presidente. Sin embargo, muy pocos reflexionaron sobre el poder que tiene el vicepresidente sobre el bolsillo de los guatemaltecos o sobre las características ideales para quien ocupe ese puesto.
Entrevista a Giancarlo Ibargüen, rector de la Universidad Francisco Marroquin de Guatemala.
El primer pecado de incentivar la minería es que en la constitución se establece que el subsuelo es propiedad del Estado y eso da lugar a cualquier cantidad de “negocios” en la concesión de licencias a los “amigos” de burócratas y políticos.