Transcripcion del discurso de Álvaro Uribe Velez en la asamblea del Partido de la U.
No sólo la Bogotá de Petro no ha avanzado un ápice en nada, sino que viene retrocediendo en infraestructura, empleo, movilidad, construcción, el derecho del acceso al agua, y ahora lo hará en aseo.
Debajo del poncho se encuentra la realidad de una idiosincrasia llena de valores, que antes que nada, defiende los principios, la coherencia, la lealtad, la honestidad, el empuje y el trabajo honrado y productivo. También está la sinceridad y la franqueza para manifestar lo que se piensa en verdad. No hay doble faz y mucho menos alabanzas vanas para endulzar el oído de los demás. Lo que se dice se siente y se cumple o, por lo menos, se trabaja para cumplirlo.
La carta más importante que las Farc se juegan en esta primera parte de las negociaciones de paz es su prestigio ante los medios internacionales. Para alcanzar tal objetivo han echado mano a cuanto truco publicitario y mediático pueden. Uno de ellos, tal vez el mas brillante y el que mayor beneficio publicitario puede producirles, es la creación de un personaje aparentemente “inocente” que los represente. Para eso traen a la mesa de negociación a Tanja Nijmeijer, la bella joven holandesa de cara dulce.
Es muy improbable que las conversaciones de paz entre el gobierno colombiano y las narcoguerrillas de las FARC lleguen a buen fin. Incluso, es posible que no sean una buena idea. Y la razón es muy simple: el estado colombiano no está sentado en una mesa de negociaciones con un grupo de patriotas violentos que han recurrido al crimen y la violación de la ley para lograr un objetivo político.
Lo único peor que liberar a un culpable, es condenar un inocente. Y el aparato judicial colombiano, calificado entre los peores del mundo (sexto lugar iniciando por la cola) pareciera que para compensar las falencias por lo uno, comete de lo otro: por cada culpable liberado, y son muchos, se propuso condenar dos inocentes. Y si son militares mejor, por lo fácil que les resulta apabullar la libertad de expresión de quienes sufren la ignominia de tener que callar.
Las Farc hacen temblar a muchos colombianos cuando pretenden que su “revolución agraria” garantizará un “desarrollo sostenible” en materia alimentaria. Ojo pues, señores negociadores del gobierno colombiano, con las presiones y propuestas beatíficas que saldrán de la boca de los negociadores de la narco-guerrilla en La Habana.
La Fiscalía colombiana anunció hoy que levantó las 191 órdenes de captura existentes en contra los 29 negociadores y asesores de las FARC en el proceso de paz con el Gobierno, para que puedan viajar a Cuba.
Si por hacer el oso ha de entenderse lo que antes llamábamos hacer el ridículo, el de Oslo sobrepasa todos los límites y deja atrás todos los antecedentes. En eso terminó el afán de Santos por ganarse el premio Nobel, o por pasar a la historia, su obsesión más conocida, o por postularse como Secretario General de la ONU.
Seguir sosteniendo -después de oír a ‘Márquez’ y compañía- que esta vez hay una gran oportunidad de lograr la paz es una grave muestra de ingenuidad o de favorecimiento. Estamos ante la reedición del Caguán, y segundas partes nunca fueron buenas.