Colombia: Paro de cafeteros jaquea al Gobierno de Santos. En la otra jornada de protestas se suman transportistas, cacaoteros e indígenas. Exigen medidas para afrontar su grave crisis. Cae la popularidad del mandatario colombiano
Colombia: ¿A quién se le ocurriría llamarle Pinocho al Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas de este país después de haber dado la orden de desalojar a las Fuerza Militares de las cabeceras municipales abriéndoles la puerta del control social a los milicianos de las FARC?
Bogota: Revocatoria de Petro: En tan solo 45 días se recogieron las firmas necesarias para que la Registraduría las avale.
El analista político y experto en temas del conflicto colombiano, Alfredo Rangel, director de la Fundación Seguridad y Democracia, afirmó que las Farc incumplieron su promesa de no volver secuestrar de la misma forma que lo hicieron en las negociaciones en 1984, en el gobierno de Belisario Betancur.
¿Qué papel debería tener el secuestro en los diálogos de paz que se llevan a cabo en Cuba entre el Gobierno Nacional y los terroristas de las Farc?
En los últimos los años las cifras del secuestro en Colombia parecen haber disminuido pero la extorsión viene en aumento en estos últimos años, según reportan las últimas mediciones del Gaula.
La exguerrillera Alias Karina sostiene que muchos bloques y frentes desobedecen a los altos mandos y por eso no cree que el grupo terrorista de las FARC deje la práctica del secuestro.
Para la generalidad de los colombianos no es fácil pensar en la reelección de un gobierno que no la merecería como premio a sus realizaciones, ni la necesitaría para consolidar logros hasta ahora inexistentes.
El Presidente dice que el país va muy bien, pero: los cafeteros afrontan la peor crisis de las últimas décadas, los cacaoteros se declararon en quiebra, los arroceros atraviesan graves dificultades, los ganaderos dicen que no aguantan más, los transportadores están al borde del abismo, los medianos y pequeños industriales se han visto obligados a despedir empleados y a bajar producción, la violencia recrudeció, y siga y siga.
Las víctimas de las Farc se cuentan en todos los estratos de la sociedad colombiana, sin excepción. Todos los habitantes de Colombia, sin distingos de “estrato”, clase, sexo, nacionalidad, religión, ideas políticas, etc. viven en peligro y somos víctimas potenciales o de hecho del terrorismo de las Farc.