El diputado considerado librepensante afirmó en una entrevista con ERBOL que el libanés prestaba su vehículo para viajes a citas con sectores sociales.

El diputado  del MAS Samuel Pamuri afirmó  que la primera vez que vio al ciudadano libanés Georges Chafic fue en 2010, cuando se encontraba haciendo fila en la Brigada Parlamentaria de La Paz junto a otros militantes que pedían una fuente de trabajo.

Chafic, remitido al penal de Chonchocoro por tráfico de 400 kilos de cocaína, tenía en su poder pases de circulación vehicular que estaban a nombre de los diputados del MAS Samuel  Pamuri y Donato Callisaya. De acuerdo con Pamuri, entrevistado por la red ERBOL, el libanés se presentó en 2010 con un aval y credenciales de militante activo obtenidos de la regional de Palos Blancos.

Recordó que ese año asumió el cargo de presidente de la Brigada Parlamentaria de La Paz y por esa razón no ” utilizó”   al libanés porque gozaba de pasajes aéreos y terrestres que le otorgaba la Cámara de Diputados.

En el año 2011 -relató Pamuri- se volvió  un “diputado de pasillo”, pero continuaba participando en eventos que organizaban las diferentes regiones de La Paz a sugerencia del entonces presidente de la brigada paceña, Roberto Rojas (MAS).

“Ahí me involucro con el libanés que tenía una vagoneta azul claro, le consulté si él nos podía llevar a las diferentes regiones en su vehículo y aceptó”, dijo Pamuri en entrevista con ERBOL. Indicó que por comentarios de miembros de algunas organizaciones sociales supo que el libanés exportaba madera.

¿Adónde los llevó Georges Chafic inicialmente?
En 2011 viajamos en dos oportunidades a Apolo (norte de La Paz), donde nos reunimos con la federación de campesinos y los cocaleros de esa región.
Nos ayudó con su vehículo, nunca le pedimos dinero; es más, yo ponía para la gasolina.

En la gestión de Héctor Arce, a su oficial mayor le consulté que si podía prestarme una movilidad, me dijo perfecto pero cumpla con los requisitos y me pidió licencia, RUAT. En esa oportunidad me recomendó y me dijo que esta circulación valía sólo cuando yo estaba presente.

¿Cuánto tiempo dura su relación con el libanés?
Él conocía mi casa y yo también, pero por afuera. En 2012  solicité otra vez la autorización de circulación, que es anual porque cada 31 de diciembre de cualquier gestión se termina. Es por eso que solicito otra vez, con esa autorización del 2012 viajamos por la ruta Puerto Ilo a un encuentro muy importante donde estaban parlamentarios de La Paz y de Perú. Viajamos con él a un pueblo llamado Alto Perú, él nos llevó en su vehículo.

En 2012 el presidente de la brigada parlamentaria era Quintín Quispe, ahí él nos invita a trasladarnos a su sector de Chulumani. Me lleva junto a mi hijo menor, que tiene 21 años. En esa reunión presentaron proyectos y como brigada (parlamentaria) asistimos con otros diputados y el libánes me llevó a mí.

¿A cambio de qué los llevó de viaje hasta Perú en su vehículo?
A cambio de nada. Nada nos ha pedido; más al contrario, nosotros pagábamos la gasolina. Cuando nosotros queríamos invitarle un platito, él no comía, sólo tomaba agua. Era un hombre intachable en su conducta, por eso me llama la atención. Era un hombre comprometido con la religión católica, inclusive manejaba agua bendita.

¿Conocía (Chafic a) otra gente de un alto nivel del MAS?
Nunca me comentó de otro diputado. Por eso yo tampoco le consulté si trabajaba o tenía relación con algún otro diputado.
Bueno, en 2012 él compra otra movilidad y ya no quería ayudarnos, decía “no tengo tiempo”.

Pero había invitaciones y nuevamente regresé a Apolo a invitación de la federación de campesinos; llegamos a varias comunidades. Me prestó su vehículo a condición de compra.

Alguna vez pasaba por la plaza y nos saludábamos. Él controlaba el vehículo, porque yo lo dejaba al frente de la Cámara, él lo miraba para saber si no  tenía nada y demás.

¿No le llamó la atención que le entregara su vehículo a condición de nada?

Me llamó la atención, pero yo confié. En varias oportunidades dijo que me entregaba el vehículo porque no tenía tiempo para trabajo.
No me lo dijo a mí, él comentó a los compañeros de las organizaciones que era maderero, incluso decía que tenía que mandar su container. Conocía a varios compañeros de las organizaciones sociales, no fue sólo amigo de Samuel Pamuri.

¿Alguna vez dijo que tenía alguna relación con el presidente Evo Morales?
No, pero admiraba al Presidente, por eso se consideraba un hombre del proceso de cambio, por eso yo confiaba.

¿Se da cuenta de los conflictos que le trae la relación que tuvo con Chafic?
Sí, pero yo quiero decir con mucha claridad que yo soy inocente. Estoy muy limpio. Si yo hubiera conocido algún antecedente de este señor, nunca me hubiera relacionado.

Usted conoce al libanés desde  2010; ¿su patrimonio se incrementó?
Me compré una casa gracias a un préstamo del Banco Prodem, que me prestó 32.000 dólares. La casa me costó 34.000 dólares y pagué con todo mi sueldo, pero necesitaba un auto y lo compré con 25.000. Usted dirá cómo sustentaba a mi familia, lo hice gracias a mi esposa, que tiene su negocio de abarrotes hace 12 años en Villa Fátima. Todos me conocen que soy un hombre honrado, sólo me ensuciaron durante la campaña.

En conclusión, ¿qué puede decir de la relación que tuvo con el libanés?
Se aprovechó de la confianza que le brindé y eso me molesta. Si lo vería, lo trataría. Él era un hombre católico, incluso manejaba agua bendita, imaginen cómo se ganó tanta confianza. De seguro averiguó mi vida y relación con las organizaciones y creo que por eso se ganó mi confianza, se aprovechó de mí.

¿Usted voluntariamente podría pedir licencia a la Asamblea hasta que el proceso concluya?
Sí, estoy dispuesto, ya los pasados días fui convocado por la fiscal y me presenté. Le dije que estoy dispuesto a cualquier convocatoria (y) éstos son mis dos teléfonos.
Si se trata de ayudar a la Fiscalía me someto, pero si políticamente me van a estar cuestionando para que me calle, no sucederá eso, yo soy un hombre caprichoso.

¿Considera que este hecho sale a relucir porque usted se declaró librepensante?
Soy un hombre muy comprometido con el proceso de cambio y no creo que me hagan eso mis compañeros.
Quienes pueden relacionarme son aquellos que no hicieron nada durante los enfrentamientos de 2003 (masacre de octubre).

Pero si la gente del partido me hizo algo, sería político. Confío en que la fiscal investigará  acorde a las leyes.

Fuente: Página Siete (Bolivia)