“La esencia de la democracia es la libertad”. Aristóteles.

“Por sus frutos los conoceréis”.

A 30 años de la asunción de Raúl Alfonsín: Inseguridad, saqueos asesinatos (más de 35.000), el 80 por ciento de los medios en manos del estado o en manos de empresarios “amigos”, persecución de opositores mediante la justicia adicta al gobierno o con la AFIP, Código Civil que prácticamente impedirá accionar contra el Estado cuando este viole derechos y libertades imprescindibles; 1.600 presos políticos, juzgados inconstitucionalmente; una dictadora encubierta; una Corte Suprema que viola la Constitución y la Libertad de Prensa; terroristas indemnizados por haber atacado a Argentina asesinando en nombre de potencias totalitarias extranjeras; un pacto inconstitucional con un estado terrorista que asesino a 100 argentinos, una corrupción generalizada y gigantesca impune y etc., etc.

Alfonsín considerado el fundador de la Democracia, fue abogado de Mario Roberto Santucho (ERP) y otros asesinos de Oberdan Salustro, empresario de FIAT. Dijo Alfonsín: “mi defendido pertenecía a un ejército que se oponía a su enemigo” (FFAA argentinas). ¿Cómo le pagaron a este abogado? Obviamente con fondos soviéticos. ¿Qué pretendía Santucho? Imponer un régimen totalitario marxista-leninista con el apoyo del tirano cubano y la URSS.

Alfonsín hizo condenar a militares contrariando expresamente al artículo 18 de la Constitución Nacional.

Dio una amnistía de 3 por uno a los asesinos terroristas presos y para justificarla, dio al mismo tiempo otra de 2 por 1 a los delincuentes comunes, con el resultado que comenzó a disminuir gravemente la seguridad ciudadana.

Dio empleos públicos a ex terroristas entre los que se encontraba uno de los asesinos de María Cristina Viola de 3 años de edad.

Mantuvo el control estatal sobre varios medios de comunicación pública, estableció la censura mediante la acción del COMFER y el terror haciendo, llevar presos por más de un mes a los periodistas democráticos como Horacio Daniel Rodríguez y Rosendo Fraga. Hizo echar a Mariano Grondona, Bernardo Neustadt y Mirtha Legrand de Canal 7. Hizo levantar otros programas. Sus seguidores asediaron y atacaron a los periodistas que no seguían la línea gubernamental, asaltando programas o amenazando a sus anunciantes.

En 1985, fue la única vez en la historia argentina que hubo elecciones bajo el estado de sitio.

1989, Ataque al cuartel de La Tablada. Su ministro del interior Nosiglia fue visto con uno de los terroristas que participaron, bajo un plan que buscaba echarle la culpa a los Cara Pintadas y a Menem. El ataque comenzó a las 6 AM, Alfonsín dio la orden de represión al mediodía. Fracasó por la acción rápida de la Policía de la Provincia de Buenos Aires. 11 asesinados por los subversivos entre ellos, soldados conscriptos de 19 años.

Entrega de las islas Picton, Nueva y Lenox a la ocupación invasiva chilena, para ganar una elección mediante el terror de una guerra entre los argentinos.

La corrupción impune de los casos: los pollos de Mazorín, 100 millones desaparecidos del Banco Central, 3.000 millones en rojo del Banco Hipotecario, 1.200 millones de la prefinanciación de exportaciones con Leconte y etc., etc.

El narcotráfico y la drogadicción crecieron como nunca antes. Troccoli su ministro del Interior denuncia a quienes lo advirtieron como desestabilizadores.

La hiperinflación más grande la historia argentina, gracias a su política estatizante y autoritaria.

Carlos Saúl Menem

Su mérito término con la peor hiperinflación de Argentina y una de las mayores de la historia mundial.

Dio libertad de prensa y una amnistía para todos incluidos quienes combatieron a la invasión subversiva. Rompió con la división peronismo antiperonismo. Pareció que la democracia se avistaba.

Sin embargo el narcotráfico creció más que en el gobierno anterior y varios de sus funcionarios de segunda línea se vieron implicados y la corrupción alcanzó ribetes escandalosos, como el contrabando de armas al Ecuador y Croacia.

Obligo al comandante del ejército Martín Balza a pedirle disculpas a los terroristas que habían atacado a Argentina. El comandante se paso de orden y comenzó a negociar con los ex subversivos.

Quizá su peor legado fue la reforma constitucional de 1995. Mediante la misma, que negoció con Alfonsín, ambos convinieron en crear el Consejo de la Magistratura que facilitó en los hechos el control de la justicia por el poder ejecutivo.

No entremos en detalles sobre el gobierno de De La Rúa. Perdió la oportunidad de salir del cambio fijo y sucumbió al complot de Alfonsín y Duhalde, quienes aprovechando los errores de Cavallo, planearon la pueblada que derribo al Presidente.

Duhalde, por su parte, produjo lo que un congresista norteamericano llamó el mayor robo de la historia, la devaluación brutal que transfirió 55.000 millones de dólares de los argentinos a quienes apoyaron esta medida. Fue el creador de Kirchner, sabiendo quien era.

Néstor y Cristina Kirchner

Derogó la ley de punto final y obediencia debida, con un congreso cómplice. Esta medida abiertamente inconstitucional fue convalidada por la Corte de lujo. Rompiendo con la Constitución y con todo el derecho democrático del mundo.

Mediante esta derogación y jueces cómplices o atemorizados mantiene detenidos con juicios y testigos dudosos además de inconstitucionales, a cerca de 2.000 personas.

Pero indemnizó a los terroristas que atacaron la Nación, entrenados por la URSS, para imponer un estado totalitario marxista-leninista.

La Argentina pasó de ser un país de paso a un centro del narcotráfico internacional, el tercero de Hispanoamérica, con bandas asesinas que aterrorizan. A los ciudadanos.

La inseguridad creció debido al narcotráfico, la drogadicción y el “garantismo”, mediante el cual los delincuentes tienen más derechos que los ciudadanos honestos.

La corrupción gubernamental alcanzó los mayores niveles de la historia argentina. Los tesoros blindados de Santa Cruz y las islas Seychelles entre otras cosas, son solo una prueba entre múltiples hechos.

La corrupción policial permitida por todos los gobiernos provinciales ha hecho de esta institución cajas de recaudación ilegales para políticos, generando una inmoralidad que llevo a la actual crisis. Entre los Montochorros y los narcosocialistas han conseguido este resultado.

El gobierno acorralado pretende, con la Ley de Prensa y una reforma del Código Civil que le da más poderes extraordinarios, para establecer definitivamente un gobierno autoritario.

El mito del costo de la democracia recuperada

Es incomprensible como periodistas cuya profesión les exige estar bien informados, cometan el error de creer que esto que llaman democracia se recuperó por la lucha de los 4.000 y pico de desaparecidos más otros 4.000 que murieron en combate de las organizaciones del ERP y Montoneros. Lo mismo ocurre con políticos experimentados, que son democráticos, pero que temen a lo que John Stuart Mill denominó la dictadura de la opinión pública.

Primero: Estas organizaciones y sus muertos, no lucharon por una democracia, de la cual se reían. Lo hicieron manifiestamente para implantar una dictadura totalitaria marxista-linista y fueron entrenados y financiados por estos regímenes. Nunca fueron democráticos, quienes asesinaron a más de 2.000 argentinos, militares, políticos, periodistas, jueces, etc. , porque ellos no pensaban como ellos o se encontraban en su camino hacia el régimen totalitario.

Paradójicamente, a quienes acusan de ser represores y antidemocráticos, fueron los que defendieron los valores de libertad de la Cultura Occidental y Cristiana. Ellos ahora están presos, sin embargo y a pesar de los errores económicos y otros, fueron quienes llamaron a elecciones libres y le entregaron pacíficamente el gobierno a Raúl Alfonsín. Fueron los gobiernos militares quienes no se creyeron eternos y buscaron siempre el llamado a elecciones libres, pero fundamentalmente pararon a los terroristas totalitarios. Sin este hecho, no tendríamos populismo pseudo democrático sino algo peor, un régimen totalitario como el de Cuba o Corea del Norte.

En resumen, en medio de tantas mentiras e injusticias, se le llama a esto que tenemos democracia. Aristóteles con su sabiduría le llamaba demagogia, es decir el gobierno de los sofistas que prometían lo que no podían cumplir, la dictadura de mayorías circunstanciales. En la actualidad esto puede nombrarse como un autoritarismo anárquico, que por un lado se maneja con medidas represivas y por otro aprovecha la anarquía que provocó, para lanzarla contra sus opositores. Lo grave es que este autoritarismo anárquico, puede llevarnos y lo está haciendo, hacia otra dictadura.

Fuente: HACER (Argentina)