Después de leer el artículo de Natalia Bonnett “Habrá que escoger el mal menor”, en ElTiempo.com, acerca de las declaraciones del hermano de Ollanta Humala candidato ala Presidencia del Perú, se queda uno con una sensación de desesperanza y temor porel futuro de la hermana República.

Y es que no es poca cosa, la encrucijada a la que se enfrenta la población peruana paradefinir en breve, durante la segunda vuelta presidencial, el futuro de la dirección de suNación. Resulta preocupante, en todo caso, que una de las economías más dinámicasdel continente en los últimos años (si no la más dinámica), que el país ejemplo en productividad y competitividad en América Latina, que uno de los países que parecíahaber iniciado ese camino irreversible por la senda del crecimiento y el desarrollo en nuestra región, se encuentre hoy en la incertidumbre sobre el modelo de estado y de Mercado que impondrá el futuro o futura gobernante de entre los dos validados parala segunda vuelta y que, según analistas y expertos en la realidad política peruana, no son la mejor opción de gobierno para Perú. El propio premio nobel de literaturaperuano Mario Vargas Llosa comparó hace pocos días a Ollanta Humala y a KeikoFujimori con el sida y el cáncer. Con ese panorama, el pueblo peruano tendrá quel evantar la cabeza y acudir al ejercicio democrático para definir quién asumirá la cabeza del estado y del gobierno en el próximo quinquenio.

Permítanme desde esta tribuna, con toda mi consideración y respeto, expresar mi deseo para el pueblo peruano. Elevo mis intenciones porque Perú continúe en la senda de progreso que ha iniciado; porque Perú encuentre el camino para la superación definitiva de la pobreza y la marginación; porque Perú profundice las reformas que le han permitido liderar el desarrollo y la inversión en la región; en fin, deseo para mis hermanos peruanos paz, justicia y prosperidad. Y tengo absoluto convencimiento de que sólo es posible que se cumpla mi deseo en un marco de democracia, Estado de derecho, sistema económico de mercado, y defensa de la Libertad como principio rector de la lógica pública y privada.

Evidentemente están sobre la mesa distintas opiniones y formas de ver el mundo, pero también están las intenciones de gobiernos vecinos que quisieran ver al pueblo peruano sometido a regímenes de restricción de libertades, a proyectos expansionistas y totalitarios, a difusos “socialismos” del siglo XXI que ya han sometido y empobrecido a otras naciones, Perú no merece esta suerte.

* Víctor Hugo Malagón es economista, especialista en política y relaciones internacionales, y profesor universitario.

Fuente: El Nuevo Siglo (Colombia)