Ceremonia. El presidente Felipe Calderón condecoró a Mario Vargas Llosa con la orden mexicana del Águila Azteca en grado de insignia. Foto: Saúl Castillo

En sintonía con el pulso nacional, el Premio Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa señaló: “La censura y el veto son incompatibles con la cultura”.

El escritor peruano optó por hablar de libertades después de ser condecorado por el presidente Felipe Calderón con la orden mexicana del Águila Azteca en grado de insignia, durante la ceremonia realizada en el alcázar del Castillo de Chapultepec.

Durante su discurso, afirmó: “Los escritores estamos muy bien situados para saber qué importante es la libertad en el ejercicio de la propia vocación y qué difícil es escribir en un mundo afectado por vetos, censuras, controles, amenazas, discriminación, cómo el espíritu creador se ve confinado, aplastado y reducido”.

Al final de su agradecimiento, aludió a sus posiciones políticas: “En algunos momentos de mi vida he criticado a México y lo he criticado con mucha severidad… Pese a esas severas críticas, en lugar de vetarme y censurarme, me abren los brazos y me premian”.

Culminado el protocolo, dijo que la democracia mexicana estaba “bien enrumbada”, pero había detectado algunos estorbos: “Hay enormes obstáculos que son de tipo económico, hay el problema del narcotráfico, que es una fuente de corrupción muy grande”.

En ese contexto, habló de la necesidad de que “surjan ideas nuevas y valerosas que ataquen de raíz este mal del narco y la corrupción, la gran enemiga de la democracia en América Latina”.

En el estrado, había abogado por la libertad, “integral, completa, no dividida: la libertad cultural, la política, la social, la económica. La libertad es una sola y los pueblos que lo han comprendido así y que han hecho de ella el instrumento básico para todas las reformas son los que han ido más lejos en el desarrollo económico y también en la civilización en cuanto a los valores que aseguran la igualdad de oportunidades, la estricta administración de la justicia, la creación de un ámbito en el cual hombres y mujeres pueden elegir su destino, sin presiones, amenazas, coacciones de ningún tipo”.

E hizo referencia a sus lecturas de siempre, las de los mexicanos Alfonso Reyes —a quien leyó cuando iba en la secundaria— y de Octavio Paz, “quien en los momentos siempre críticos de las grandes fracturas ideológicas nunca se equivocó; siempre nos enseñó el camino de la sensatez, el camino de la racionalidad, de la verdad y, sobre todo, de la libertad”.

Fuente: La Cronica de Hoy (Mexico)