El impenitente sibarita y actual Ministro de Defensa del Ecuador, Javier Ponce Cevallos, que como burócrata de la “revolución ciudadana” logró sofrenar su postura de iconoclasta, con harta frecuencia acostumbraba zaherir a los militares, haciéndolos responsables de las explosiones sociales que se daban en nuestro continente. Es así como en un trabajo de su autoría y publicado el 16 de Enero de 1.992, con un doble tono de entusiasmo y reproche, aludía a la firma de paz en la república de El Salvador, festejando la reducción del ejército a la mitad, y, según su tenaz criterio, al fin de la hegemonía política de los militares en dicho país centroamericano.

En esa misma entrega, no perdió la oportunidad para destacar que en dicha época el grupo subversivo M-19 de Colombia depuso las armas para insertarse en el proceso democrático, pero resaltaba que el presidente César Gaviria Trujillo no suscribió la paz con los otros grupos levantados en armas y que tal vez por ello no avanzaba el proceso de pacificación.
El poeta-sibarita quizás fue crítico pero no visionario, ya que el “Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional” una vez que abandonó la clandestinidad y se introdujo en la legalidad, tuvo la oportunidad de llegar a la Presidencia de la República de El Salvador, de la mano de Carlos Funes Cartagena, quien en reiteradas ocasiones se ha negado adherirse a la ALBA- grupo sin brújula comandado por el inefable Hugo Chávez -, pues Funes considera que ello no reportaría beneficio para su país. En cambio, ha establecido como uno de sus modelos de gobierno al de Barack Obama,
Presidente los Estados Unidos de América, marcando distancia con países como Venezuela y Nicaragua. Así también, ha manifestado su rechazo a que El Salvador se involucre con lo que se denomina “socialismo del siglo XXI”, lo cual pone de relieve que las argucias y monstruosidades cometidas por unos pocos farsantes que se cobijan en un sistema que ya demostró su ineficacia, no causa atracción sino aversión.

Tampoco ha explicado el contradictorio Secretario de Estado del “correismo” que cuando el M-19 colombiano incursionó en la senda democrática obtuvo resultados tan alentadores que uno de los comandantes que concertó la paz, Antonio Navarro Wolf, actualmente es Gobernador de la provincia de Nariño, quien reveló en una entrevista del 10 de Octubre del 2.009 que “En 1.990 había en el país (Colombia) seis organizaciones guerrilleras y nosotros fuimos los únicos que decidimos avanzar en un acuerdo de paz, los demás no quisieron”. Lo cual resulta explicable, ya que en 1.990 las FARC y el ELN eran miembros del Foro de Sao Paulo, proyecto mentalizado por Fidel Castro y que se implementaría utilizando preferentemente maniqueísmos, para que falsos redentores se apoderaran de gobiernos latinoamericanos, financiados unas veces con los petrodólares de Chávez y, en otras, con los dineros de la narcoguerrilla colombiana.

Fuente: HACER