Similar a la lluvia que cae en el país se pueden ver nubes de tormenta para la economía nacional, que pueden llegar a ser huracanes ante eventos internacionales recientes, por ejemplo:

– Las sequías e incendios recientes en Rusia acabaron con un tercio de sus cultivos de cereales (ie. trigo). Este país, de los principales exportadores mundiales de ese cereal, calcula que esta cosecha no cubrirá su propio consumo y han prohibido exportarlo.

Las inundaciones en Pakistán —especialmente del área granero de ese país—, que es el séptimo productor de trigo a nivel mundial, han tenido como consecuencia que ese país va a tener que importar para consumo. Todavía no se sabe qué pasará con la cosecha mundial de trigo, habiendo más reservas mundiales que en el 2007, cuando subió el precio. Sin embargo, una cosa está clara, el precio del trigo a nivel internacional ha subido en los últimos meses. Y es de recordar que algunos países del Medio Oriente, cuando sube el precio de los alimentos que compran, buscan que suba el petróleo para mantener el valor adquisitivo de los barriles que venden.

– En el vecino México, según datos de centrales de abasto, desde junio ha subido el precio al consumidor del arroz y el frijol, derivado de malas cosechas y escasez para importar. En China —donde habita uno de cada cinco personas de la Tierra, tuvieron clima adverso en algunas regiones y el Gobierno ha ordenado frenar la especulación de los granos.

– La economía de EE. UU. ha crecido menos de lo esperado. La construcción y vivienda ha tenido los peores resultados en 10 años —recordemos que muchos migrantes guatemaltecos en ese país trabajan en ese sector—.

– La guerra en México contra el narcotráfico sigue corriéndose hacia Guatemala, impactando en la seguridad en el país.

Si a estos eventos se agrega el contexto nacional sobre la destrucción de cosechas del país, la destrucción de la infraestructura de comunicaciones puede significar que el precio de los alimentos puedan subir. También habrá que ver las pérdidas del café, azúcar y banano —principales exportaciones tradicionales—, derivado del invierno.

A eso hay que agregar una propuesta de presupuesto nacional 2011 de los más altos de la historia —con déficit de financiamiento—, un acelerado endeudamiento y un próximo año electoral.

¿El huracán en la economía del país irá a ser grado 1 —leve— o grado 5 —superdestructivo—?

Fuente: Prensa Libre (Guatemala)