La importancia del tema venezolano gira alrededor de dos preguntas:

1. ¿Es posible que los sucesos de Venezuela puedan repetirse en países como la Argentina?

• Venezuela es la sexta potencia petrolera y la Argentina en el quinto país agrícola, ambos a nivel mundial.

• La historia de la crisis venezolana debe remontarse a 1958, cuando los dos partidos mayoritarios –Acción Democrática y COPEI- firmaron el Pacto del Punto Fijo, mediante el cual se alternaron en el poder hasta la llegada de Chávez en 1998. En la Argentina, el Partido Justicialista y la Unión Cívica Radical se alternaron desde el restablecimiento de la democracia en 1983, hasta la llegada del kirchnerismo en 2003.

• Los dos partidos venezolanos y los dos argentinos, no solucionaron sino que agravaron los problemas económico-sociales. Ejemplo: cuando Chávez asumió en 1998 el nivel de pobreza era 46.5%, mientras Kirchner en 2003 recibió 36.4%. (CEPAL – Banco Mundial).

• Los dos países tienen distinta configuración política, social y cultural. Pero en los últimos 50 años han vivido experiencias con resultados parecidos. Las mayorías que apoyaron a Chávez y a Kirchner estaban formadas, principalmente, por gente desesperanzada con los partidos políticos que habían gobernado.

2. ¿La tragedia que está sucediendo en Venezuela producirá alguna reacción internacional para contenerla?

• La respuesta es desoladora pero real: ningún país u organismo internacional se involucrará de manera efectiva en el conflicto.

• En 2014 la intervención internacional solo se moviliza por objetivos que afectan determinados intereses: Armas atómicas (Irán), Armas químicas (Siria), Narcotráfico (arresto de “El Chapo” Guzmán), Terrorismo (Al Qaeda y sus líderes, adonde se encuentren) o una crisis económica global.

• Si estos intereses no están comprometidos un gobierno puede, sin riesgo de sanciones externas, violar la libertad de prensa, destruir sus instituciones, subordinar a los Jueces, encarcelar opositores sin causa, expulsar extranjeros o concentrar el poder político, económico y militar en una sola persona.

• Curiosamente, el desarrollo tecnológico y la aparición de un mundo globalizado ha dejado intacta –por ahora- la idea que la política de cada país la dictan sus habitantes y gobernantes de turno.

Ante las dos preguntas de esta Carta, vale la pena preguntarse que ocurriría si los argentinos padecieran hechos similares a los de Venezuela. Es obvio, que tampoco nadie vendrá a salvarlos.

Fuente: Carta Política (Argentina)