// you’re reading...

Mexico

México: Mi plan de trabajo – por Santos Mercado

Compartir esta publicación:

El Departamento de Economía de la UAM-Azcapotzalco se creó en 1974 cuando se inauguró esta institución. Por iniciativa del Gobierno de Luis Echeverría Álvarez se fundaba una universidad moderna para sus tiempos. Eran tiempos en que imperaba la idea de tener un Estado fuerte que debía ser rector de la economía nacional. El gobierno no solo tomaba un papel protagónico en educación abriendo nuevas y grandes instituciones (Colegio de Ciencias y Humanidades, Colegio de bachilleres, Centro de Investigación y Docencia Económicas, FLACSO, CIMAT, etc.), también en la economía aplicaba grandes políticas para impulsar el desarrollo de México.

El Estado tenía que nutrirse de un ejército de teóricos bien preparados que hicieran realidad los proyectos de Estado. Las instituciones respondieron con la creación de programas de economía y la UAM no quedó atrás. Las tres unidades de la UAM formaron sus departamentos de economía. No se escatimaron recursos para capturar a los mejores teóricos nacionales y extranjeros. Los mejores marxistas y keynesianos pisaron las aulas de nuestra institución. Las investigaciones, planes y programas respondían a la filosofía que el Estado necesitaba en esa época.

Pero los tiempos empezaron a cambiar. El keynesianismo entró en crisis pues las grandes inyecciones de dinero resolvían los problemas de producción, empleo y consumo únicamente a corto plazo. Con emisiones monetarias se lograba incentivar a la industria con créditos baratos sin darse cuenta que se estaba destruyendo el papel de la banca. El gobierno generaba muchos puestos de trabajo artificiales con la simple impresión de nuevos billetes sin respaldo. Los efectos colaterales no se hicieron esperar y pronto empezaron los procesos hiper-inflacionarios. La teoría keynesiana recomendaba mayores controles de precios, regulaciones, impuestos progresivos, control de la banca, etc. Pero nada de esto resolvía la crisis, al contrario, se profundizaba a niveles peligrosos: la gente se empobrecía por efecto del señoreaje, las empresas se hacían insolventes y el malestar del pueblo daba pie para la conformación de fuerzas guerrilleras que soñaban con tirar al gobierno e imponer un sistema comunista tipo Unión Soviética para crear “un país maravilloso”. Obviamente, la ignorancia de esas fuerzas violentas prometía una medicina peor, solo para matar al enfermo.

Los males de México no eran privativos de nuestro país, en realidad se sufría en todo el mundo keynesiano-socialista. Allí donde había más control estatal (países comunistas) la crisis era mayor. Economías como la Unión de Repúblicas Soviéticas Socialistas, La República Popular de China, Camboya y las de Europa del Este estaban prácticamente congeladas, soportando hambrunas imposibles de resolver por los líderes comunistas que las gobernaban. Se descubría así que la economía tiene leyes y que no bastaban las buenas intenciones de líderes mesiánicos para lograr buenos resultados.

Después de la muerte de Mao Tse Tung (1976) China empieza a cambiar su modelo de control estatal para darle lugar al funcionamiento del mercado. Las primeras reformas capitalistas se introducen al sector rural con resultados sorprendentemente buenos. Los campesinos, dueños ahora de la producción y con la libertad de vender y usar sus ganancias, sin el control estatal empiezan a prosperar. El hartazgo del pueblo alemán por el control estatal provoca la caída del Muro de Berlín, desaparece la URSS y los países de Europa del Este terminan por abandonar el comunismo y socialismo. Nuevos vientos de libertad se respiran en el mundo. Se dejan atrás las teorías keynesianas y se sacan del closet las ideas casi olvidadas del liberalismo. Hoy en día, a ese rescate del viejo liberalismo que abogaba por dejar en libertad a los individuos para que sean los actores principales de la economía se le llama NEOLIBERALISMO.

Desde la década de los setentas se empiezan a desempolvar a autores como Carl Menger, Bhom Bawerk, Ludwig von Mises, Friedrich von Hayek, Milton Friedman entre otros. Autores que habían sido marginados por las teorías keynesianas y por los gobiernos pues les eran incómodos para sus intereses.

Hoy se constata que la suerte de los pueblos está altamente correlacionada con las buenas o malas ideas económicas que imperan. Si las ideas de las élites gobernantes son estatistas, keynesianas con toda seguridad producirán efectos deplorables en la economía y los pobres sufrirán los peores efectos. Pero si se comprende el fino mecanismo de los mercados, de la libertad económica, de la empresarialidad y libre iniciativa se logra crear riqueza de manera óptima y extendida.

Ha cambiado la visión del mundo. Sin embargo, en muchos países todavía no se logra entender el cambio de paradigma y por tanto se sufre un parto tortuoso. Esto se debe a que las ideas no se difunden de manera generalizada.

Nuestras escuelas de economía siguen enseñando las viejas teorías marxistas y keynesianas ignorando el daño que han hecho a nuestros países. Los grandes centros de enseñanza, como la UNAM, UAM, ITAM, CIDE, COLMEX y todas las instituciones de provincia siguen enseñando lo mismo de hace 40 años, cuando se creía en el socialismo. Y de estas instituciones salen los hombres que llegan al poder para dictar las leyes que gobiernan al país. Naturalmente los resultados no pueden ser buenos.

Por tal motivo, me he decidido a ofrecer mis servicios a fin de impulsar algunas reformas fundamentales al Departamento de Economía para que se formen los economistas que hoy México necesita.

Reformas que impulsaré:

  1. El Departamento de Economía de la UAM Azcapotzalco no puede seguir formando a los alumnos con marxismo-keynesianismo. Es cierto que se debe estudiar a Carlos Marx y Keynes pero solo para evitar caer en los viejos errores que tanto daño han causado a la humanidad. Formar a los alumnos como marxistas-keynesianos significa formar economistas inútiles e indeseables para estos tiempos de globalización, mercados abiertos y altos niveles de competencia.
  2. El Departamento de Economía debe introducir la corriente de pensamiento moderna que se concentra en la llamada Escuela Austriaca de Economía. Es la escuela contraria al marxismo y keynesianismo que nunca se ha dejado entrar en nuestro departamento de Economía. Por cierto, no se enseña aún en ninguna universidad pública ni privada de México.
  3. Se debe intensificar la enseñanza de las matemáticas, no bajo la idea de que con modelos matemáticos se resuelven los problemas del país, lo cual resulta en una falacia, sino porque las matemáticas ayudan a la formación del pensamiento abstracto. Basta recordar que muchos Premios Nobel de Economía fueron matemáticos.
  4. Se debe cambiar la filosofía que rige la formación del economista. Hasta hoy día a los alumnos se les forma para ser empleados, subordinados de un patrón y se descuida y desdeña su formación empresarial. Eso debe cambiar radicalmente. México necesita economistas con formación empresarial. No es pecado ser empleado, pero lo que le urge al país son economistas que sepan decidir, tomar riesgos, ver oportunidades de negocios, crear empleo, fundar empresas propias, aprender a importar, exportar, generar riqueza.
  5. Dominar dos idiomas. Nuestros nuevos economistas, sea que se dediquen a trabajar para una empresa, para el gobierno o para sus propios negocios, deben dominar perfectamente dos idiomas. Español e inglés. Hoy en día, nuestros egresados son rechazados en las empresas importantes simplemente porque no hablan inglés. La ciencia y los buenos negocios se hacen en inglés y nuestros profesionistas de hoy quedan marginados. Esto debe cambiar radicalmente. ¿Cómo?
    • Deben llevar cursos de inglés en toda la carrera.
    • Se deben empezar a dar cursos de la carrera en inglés. Por ejemplo, si se ofrecen cinco cursos de microeconomía, uno de ellos debe ser en inglés con un profesor que domine muy bien ambos conocimientos y tenga la actitud de ayudar a que los alumnos aprendan ambas cosas. Lo ideal es que a la mitad de la carrera todas las UEA’s se den en inglés.
    • Se debe intensificar el intercambio estudiantil a fin de que los alumnos tengan estadías de un año al menos en el extranjero y especialmente en un país anglosajón.
  6. Las maestrías y doctorados que ofrece el departamento de economía deben ser impartidos invariablemente en inglés.
  7. Se debe apoyar a aquellos profesores que estén dispuestos a habilitarse en las nuevas teorías económicas liberales. El apoyo debe ser para que los docentes tengan estadías en las universidades donde se enseñan dichas teorías: Universidad Francisco Marroquín, Universidad Rey Juan Carlos (Madrid), Instituto Ludwig von Mises, Alabama University, George Mason University, Hillsdale College. Hoover Institute. New York University, Hong Kong University.
  8. Se debe intensificar el intercambio de profesores con universidades anglosajonas y congruentes con la nueva visión económica del departamento.

Estoy seguro que con estos cambios tendremos el mejor departamento de economía de México y sabremos así responder a las necesidades del país.

En caso de ser favorecido con el nombramiento de Jefe del Departamento de Economía de la UAM- Azcapotzalco, daré mi mayor esfuerzo por lograr estos objetivos.

Fuente: Asuntos Capitales (México)

(Total: 35 - Today: 1 )

Discussion

No comments for “México: Mi plan de trabajo – por Santos Mercado”

Post a comment

Connect to HACER.ORG

FB Group

RECOMMENDED BOOKS

Support HACER today!

HACER is a tax-exempt organization under Section 501 (c)(3) of the Internal Revenue Code, our supporters will find their donations to be tax-deductible. Donate online now!