El próximo 22 de enero  llega a la capital cruceña  Mario Vargas Llosa. No obstante, el anuncio de su llegada ya levantó más de una repercusión al interior el Gobierno del MAS, desde el presidente Evo Morales hasta parlamentarios manifestaron su malestar por la llegada del premio Nobel de Literatura. Señala que su visita es parte de una campaña de desprestigio al proceso de cambio.

En evidencia. Para el analista Carlos Cordero, esa actitud solo delata nerviosismo por el impacto internacional que se pueda generar una vez el literato emita criterio sobre el gobierno boliviano. “La presencia de Vargas Llosa le irrita porque las declaraciones que haga tendrán eco en el exterior y reafirmarán la imagen negativa del gobierno de Evo y eso resta votos”, señaló.

Representante de DDHH. Para la politóloga Susana Seleme, el Gobierno ha puesto en evidencia su inquietud. “Está nervioso porque Vargas Llosa es uno de los más lúcidos representantes de una corriente de pensamiento político, ideológico y económico que está en las antípodas del que practican Evo Morales y el Vice (…) es un liberal sin concesiones, defensor de la democracia liberal, la libertad  y los Derechos Humanos”.

No acepta críticas. Según el analista político, Iván Arias, el Gobierno pone en evidencia el rechazo a la visita del escritor porque  no acepta críticas del exterior, porque a su parecer, el Gobierno trata de dar otra imagen al mundo. “El presidente Morales cree ser el único iluminado para traer personalidades al país, cuando ocurre lo contrario se molesta, peor si es un intelectual”, dijo.

Fuente: El Día (Bolivia)