“Los pueblos se reconocerán en su figura verdadera, el día en que se hayan desvanecido los fantasmas del odio, que la bajeza precisa para gobernar”. Ernst Junger (La Paz, p.45).

Un conflicto con fondo

Después de haberse anunciado la inminente explotación de un pozo petrolero en el área Malvinas, se desató un conflicto diplomático entre los gobiernos argentino y británico. El Congreso aprobó una ley con sanciones contra las empresas que se presten a explotar los yacimientos en el archipiélago y posteriormente creo la Secretaria de Malvinas, con Daniel Filmus, montonero, como director. David Cameron declaró: “el Gobierno argentino nunca tendrá éxito en ningún intento de tergiversar la historia de sus islas”, pero agregó que Gran Bretaña “siempre estará lista para defender” las Malvinas. Si sabe que no hay posibilidad de ninguna amenaza ni a corto ni a mediano plazo ya que la Argentina no cuenta con fuerzas militares. Es cierto que quiere despertar el nacionalismo británico para sus intereses electorales, pero esto también responde a una estrategia a largo plazo, a una política de estado británica.

Hay sin embargo una cuestión de fondo que responde a esta estrategia británica y que tiene intereses en común con Gran Bretaña.

Coincidencias sospechosas

Sin embargo David Cameron, C. Kirchner y D. Filmus tienen algo en común, la animadversión por las FFAA Argentinas a las que ambos consideran enemigas.

Revisemos los hechos. Primero: Muchos de los prisioneros del gobierno argentino fueron veteranos de Malvinas.

Si bien ahora está distanciado del gobierno por el asunto Milani y otras yerbas, el Presidente del CELS Horacio Verbitsky fue prácticamente un ministro sin cartera y muy allegado a la ex Ministra de Defensa, la veterana comandante montonera Nilda Garre. Verbitsky fue jefe de inteligencia de Montoneros y actuó a llegado al General Milani, hasta que C. Kirchner le pidió la renuncia a Garre, no ya como Ministra de Defensa, sino de Seguridad. Verbitsky se quedaba sin influencia en el ejército y cargó contra C. Kirchner vía Milani.

Muchas de las denuncias contra militares, civiles y miembros de las fuerzas de seguridad, tuvieron origen en el CELS, organización que recibe fondos de la Fundación Ford. Si bien la fundación es de origen norteamericano, tiene un directorio especial para el Reino Unido en Londres.

¿Hay una alianza Cameron- Kirchner para destruir la tradición de las Fuerzas Armadas Argentinas, mediante la persecución de sus miembros, especialmente los veteranos de Malvinas?

Sería esta una decisión estratégica y más una política de estado del gobierno del Reino Unido, para destruir cualquier aventura militar futura de Argentina sobre el archipiélago y al mismo tiempo para el gobierno argentino, cualquier rastro que recuerde el ataque de los montoneros contra Argentina y sus FFAA y de seguridad.

Un enemigo común

El silencio del gobierno argentino sobre los crímenes de guerra de los paracaidistas británicos después del combate de Mount Longdon y la negativa del gobierno británico a investigar estos hechos denunciados por sus propias tropas, llama la atención.

Todos sabemos del asesinato de prisioneros argentinos por parte del 3r Batallón de Paracaidistas Británico (3PARA), comandado por él, en ese entonces, Teniente Coronel Hew Pike y los hemos denunciado reiteradamente desde estas páginas, La Nueva Provincia de Bahía Blanca y programas radiales.

No obstante Hew Pike siguió su carrera militar hasta alcanzar el grado de Teniente General y se lo nombro Caballero del Reino, ahora es Sir Hew Pike.

En oposición un héroe de Malvinas como el Coronel Losito es actualmente un prisionero político de este gobierno y nuestra sospecha es: ¿También es un prisionero británico?

El primer perseguido

El primer acusado por haber combatido a la subversión fue el Capitán de Corbeta Alfredo Astiz, que había sido oficial de inteligencia de la Armada durante el ataque Castro-soviético, en plena guerra fría. Su actuación en Georgias fue destacada, pese a lo que dice la propaganda de los dos enemigos. Veamos los hechos.

El 25 de abril de 1982, efectivos británicos desembarcaron y atacaron al grupo de Lagartos, comandado por Astiz. A las pocas horas Astiz, al mando de solo 15 hombres y 39 operarios civiles, fue rodeado por tropas muy superiores en número y su posición sometida al cañoneo del destructor HMS Antrim y las fragatas HMS Plymouth y HMS Brilliant, apoyadas por los buques logísticos RFA Tidespring y HMS Fearless. Previamente el Capitán, había ordenado a los civiles alejarse del lugar y ponerse a cubierto en un edificio distante a un kilómetro de su posición. Tras el primer bombardeo, las fuerzas británicas instaron a Astiz a rendirse pero este se negó (relato de Antonio Jorge Patané, jefe de los operarios chatarreros en el programa de TV de Santo Biasatti). Reiniciado el ataque, Los Lagartos soportaron una nueva andanada de proyectiles, muy violenta, en tanto los efectivos de la Compañía M del 42 Comando de los Royal Marines al mando del mayor J. M. Sheridan estrechaban el cerco. Fue ante una segunda intimación por parte del enemigo que Astiz depuso las armas.

Entonces la actuación de Astiz en la guerra antisubversiva fue utilizada por Margaret Thatcher y miembros de Madres de Plaza de Mayo, como elemento de propaganda política contra Argentina, en medio de la guerra de Malvinas. La líder británica también se ufano de haber provocado con su victoria militar, el restablecimiento de esto que hoy llaman democracia en Argentina.

Margaret Thatcher inició la persecución, la continuó Raúl Alfonsín y ahora coincidente con las acusaciones de Thatcher, la reabrieron Néstor y Cristina Kirchner. Cameron es uno de los sucesores de Thatcher.

¿Y los derechos humanos de los soldados argentinos?

Ya conocemos el doble mensaje del gobierno kirchnerista sobre los Derechos Humanos, pero en este caso la ignorancia de los mismos, adquiere notas más trágicas.

Recordemos. El Sargento Pettinger (del 3PARA) asesino de dos tiros a un soldado argentino herido que se encontraba en el suelo. El Sargento Gary Sturge, asesino a otro soldado argentino, herido en una pierna, que le mostraba un crucifijo, de un tiro. Lo mismo hicieron con el Cabo Pedemonte (EA) y otro sargento británico coleccionaba orejas de soldados argentinos, mientras que otros prisioneros fueron arrinconados contra unas rocas y matados a tiros, mientras algunos clamaban por sus madres. Otro soldado prisionero fue golpeado en la cara con un culatazo mientras que a un compañero caído, un paracaidista le hundía a otro argentino caído, su bayoneta descargando todo su peso sobre ella para que se introdujera bien adentro del mismo. Todo esto después del combate y sobre prisioneros desarmados y algunos heridos.

Las tropas argentinas también cometieron excesos como en toda guerra, pero no llegaron al extremo de asesinar a prisioneros desarmados y heridos y sobre todo después del combate. Es más el Capitán de Fragata (IM) Pedro Edgardo Giachino, entrego su vida heroicamente para impedir bajas británicas, en el asalto a la gobernación de Malvinas. Mientras el 3PARA deshonró su gloriosa tradición de Arhem (1945) contra los SS. Parece que los sucesores se contagiaron de estos últimos. Y el gobierno argentino revolcó la bandera argentina lanzando acusaciones sobre las propias tropas argentinas y negando que la Guerra tuvo apoyo popular. Fue la guerra una decisión trágicamente equivocada, pero la misma fue inmensamente popular.

Todos estos crímenes de lesa humanidad, fueron ignorados por Néstor y Cristina Kirchner, pero ellos y David Cameron tienen los mismos prisioneros y siguen atacando al mismo enemigo en común.

Claro, ni David Cameron es Winston Churchill ni Cristina Kirchner es Julio Argentino Roca.

Fuente: HACER