Las elecciones municipales de este domingo en Venezuela arrojaron un resultado complejo: por una parte, la oposición avanzó en los principales municipios del país, aquellos con mayor peso demográfico y político.

Hablamos de la alcaldía metropolitana de Caracas, Maracaibo, Valencia, Barinas, Barquisimeto, Mérida y San Cristóbal, consideradas por los politólogos como el “corredor electoral venezolano”, donde se deciden las elecciones nacionales.

Pero al mismo tiempo, el chavismo logró retener la mayoría de las comunas del país (196 de 335 según el conteo realizado hasta el momento).

Por otra parte, los medios afines al gobierno de Nicolás Maduro difunden los porcentajes globales de votos: 49% para el PSUV y 42% para la Mesa de Unidad Democrática (una estrategia similar de “globalización” del resultado había sido ensayada previamente en Argentina por el kirchnerismo, tanto en las PASO como en las elecciones parlamentarias).

Así las cosas, habrá dos lecturas sobre el resultado de los comicios: una es la que ya asumió Maduro, hablando de un triunfo “3 a 1” sobre la oposición.

La otra lectura tiene que ver con aspectos cualitativos, como el retroceso del chavismo en las principales áreas urbanas y su consiguiente “ruralización”, proceso que varios analistas políticos venezolanos comparan con la debacle sufrida años atrás por Acción Democrática.

Pero incluso en la Venezuela profunda la oposición democrática avanzó de manera significativa, como lo expresaba el twittero Sebastián Cova: “Por los resultados que llegan, el antichavismo deja finalmente de ser un fenómeno burgués para convertirse también en uno agrario”.

A pesar de las múltiples irregularidades y del ventajismo estatal del PSUV, que configuraron lo que Henrique Capriles llamó “La campaña más abusiva de este gobierno”, crece la voluntad popular de rechazo a un modelo político y económico que ha instalado el autoritarismo, la inflación y el desabastecimiento…

Fuente: EJU.TV (Bolivia)