La agrupación Alcohólicos Anónimos (AA) y el Centro de Almaceneros Minoristas, Baristas y Autoservicistas (Cambadu) advirtieron al Parlamento que el proyecto de ley de regulación del alcohol provocará la instalación de “bocas” de venta de ese tipo de bebidas.  Los comerciantes y la organización de adictos señalaron que el aumento de impuestos a las bebidas alcohólicas generará expendio irregular de productos a precios más baratos que en el mercado.

Cambadu, además, reclamó por la venta de alcohol en las estaciones de servicios al entender que hay una contradicción entre el mensaje de cuidado hacia los conductores y la comercialización de bebidas en los lugares de recarga de combustible.

“Consideramos que todos deberíamos tener temor, tanto la industria, como el comercio y el Gobierno, por el impacto que podrían llegar a tener estas medidas en la prevención del consumo de bebidas alcohólicas, pero también con el punto de vista fiscal y tributario”, dijo el gerente general de Cambadu, Adrian Cabrera, durante su comparecencia ante la comisión de Drogas y Adicciones de Diputados el jueves 7.

“¿Por qué digo esto? El gran temor que tenemos —por no decir: certidumbre– es que la restricción al acceso,  ya sea por la prohibición de su venta o por su encarecimiento al aplicarle mayores tasas,  provoque bocas de venta de alcohol, eventualmente, con productos de contrabando, clandestinos. Si eso sucede, iríamos para atrás en lo que tiene que ver con el impacto sobre la salud de la gente, generando, además, un impacto aún más negativo sobre el comercio”, agregó.

En tanto, la psiquiatra y representante de AA ante la comisión, María Isabel Massonnier, cuestionó el precio de venta del alcohol y dijo que “sería necesario aumentar los impuestos para gravar el consumo”. “Una botella de plástico de sidra, de un litro y medio, no puede valer $ 20. Por favor. ¿Quién no tiene $ 20 para acceder a una botella de sidra de un litro y medio? ¿Qué joven no tiene acceso a ese tipo de bebidas?”, cuestionó.

Sin embargo, reconoció que esas medidas pueden beneficiar al mercado clandestino. “Eso también genera determinada problemática a aquellos productores ilegales de alcohol, que no son demasiados en este país pero si las cosas se complican pueden empezar a aparecer destilaciones ilegales, así como uso de metanol, que es una sustancia absolutamente tóxica en el alcohol, que puede llegar a ser mortal”, afirmó.
Por su parte, el empresario señaló que  “hay vías alternativas antes de llegar a una norma”.

La ley
La ley remitida en agosto por el gobierno al Parlamento pretende regular el expendio y el consumo de bebidas alcohólicas. La idea es imponer una serie de limitaciones que en conjunto buscan bajar los niveles de consumo de la población y retrasar la edad en que las personas empiezan a tomar.

El proyecto también provocará el aumento de precios de todas las bebidas alcohólicas a través del Impuesto Específico Interno (Imesi) y quedará prohibido tomar en la vía pública. También serán prohibidos los happy hours, las canillas libres y será acotado el horario de venta. Además habrá un registro de infractores que podrá ser publicado en la prensa.

El gerente general de Cambadu calificó como “irrisoria” la venta de alcohol en las estaciones de servicio. “Se predica que si se conduce, no se debe beber. Es como vender cigarrillos en la farmacia del sanatorio”, dijo.

Fuente: El Observador (Uruguay)