La ciudad de Caracas amaneció llena de afiches donde el régimen de Nicolás Maduro acusa a María Corina Machado, a Henrique Capriles Radonski y a Leopoldo López, de que “te quitan la luz, te quitan la comida, te quitan la paz, Basta de violencia”.

La campaña oficialista bautiza como “trilogía del mal”, a los tres referentes máximos de la oposición. Los señala como traidores a la Patria y convoca al pueblo a reconocerlos y combatirlos.

Como lo hiciera Goebbels en la Alemania Nazi, se incita al odio irracional apelando así a lo peor del pueblo. El gobierno venezolano de esta forma legítima cualquier agresión que se haga contra los líderes opositores ya que ellos ahora son demonios. Algo similar sucedía en la Alemania nazi donde agredir a un judío era bien visto.

Un país donde su presidente dice hablar con un pájaro, ahora es testigo de un plan que no solo se burla de la inteligencia de su pueblo sino que busca crear vengadores de los opositores a la “revolución”.

El caudillismo solo prende en las clases bajas de la sociedad. Así se hicieron Hitler, Mussolini, Chavez, Perón y José Mujica entre otros caudillos. Alimentando el odio entre hermanos y la creencia en lo sobrenatural. La “Lucha de clases”, “la raza superior”, “el elegido” y sobretodo la demonización del “enemigo”.

La vacuna que cura este mal es la Educación. Un pueblo educado quiere que se cuenten los votos y no que sea un pájaro el que tenga que designar a su Presidente; un pueblo educado en una pared de una excavación ve materiales y no la cara de un líder que “está en todos lados”. Un pueblo educado quiere trabajar y no recibir un subsidio.

El mundo libre está alerta ante cualquier acción contra Henrique Capriles Radonski , María Corina Machado, y Leopoldo López. Es un deber moral de todos no permitir que estas prácticas primitivas queden impunes.

* Felipe Caorsi es Director de Programas de HACER en Uruguay.

Fuente: HACER