Las mejores ideas saltan indiscriminadamente de un país a otro.

En la nueva era de la información, las buenas ideas pueden aparecer en los lugares más insospechados. Los nuevos medios de comunicación, y especialmente Internet, facilitan la transmisión instantánea de ideas a muy bajo costo. En otra época las buenas ideas solían quedarse rezagadas en su lugar de origen. Como los centros de innovación y de creación encontraban su cultivo natural en los países más libres y desarrollados, las nuevas y buenas ideas tardaban mucho tiempo en difundirse en los países menos libres y más pobres, o simplemente nunca llegaban a ellos. Pero hoy las cosas han cambiado para bien. No existen barreras internacionales a la transmisión de las ideas. A través de Internet, las mejores saltan indiscriminadamente de un país a otro, y arraigan en ellos siempre que encuentren terreno fértil.

Las nuevas tecnologías también están abaratando la creación y difusión de las nuevas ideas. Esto significa que no se necesitan grandes capitales, ni grandes universidades, ni grandes bibliotecas para innovar. Estoy conven cido de que, en las próximas décadas, muchas de las buenas ideas surgirán en la mente de científicos o empresarios de países pobres. Se avizora un futuro esperanzador que nos brindará sorpresas muy agradables. Las más interesantes nos llegarán de los países pobres. Pero es que, además, con más razón incluso que Alvin Toffler, podemos decir nosotros que “el futuro ha comenzado”. Sí, el futuro es ya presente.

Baste como muestra un botón hondureño. El 6 de septiembre se publicó en Honduras la Ley de Zonas de Empleo y Desarrollo Económico (ZEDE). Dicha ley permite el desarrollo de ciudades autónomas en territorio hondureño. Estas ciudades gozan de autonomía administrativa y pueden desarrollar, en el marco de su área geográfica, funciones tan importantes como las de la policía y las cortes de justicia. La ley es tan flexible que permitirá a las ciudades autónomas adoptar las mejores políticas públicas en beneficio de los más pobres. La ZEDE –una idea surgida en honduras de los hondureños– abre un estimulante abanico de posibilidades en el vecino país.

Fuente: Centro de Estudios Económico – Sociales (Guatemala)