“Este año ya se perdió y vivimos en un país en donde el Estado de Derecho es notoriamente débil.”

Crecimiento

El INEGI dio a conocer el PIB para el segundo semestre del año y la noticia no fue nada buena. Ya con el cambio de base de 2003 a 2008 (que revisó a la baja el crecimiento anual del PIB durante el primer semestre de este año respecto del primero del año pasado a 0.6%), el crecimiento anual para el segundo trimestre fue de 1.5%, lo que arroja que durante el primer semestre el crecimiento fue de únicamente 1%, un desempeño por demás mediocre y que implica una contracción del PIB por habitante.

Por otra parte, si se utilizan las cifras desestacionalizadas, el panorama es todavía peor. Así, al comparar el primer semestre de este año con el primero del año pasado, el crecimiento es de solo 0.3%. Comparando el primer semestre de este año contra el segundo semestre de 2012, el crecimiento es de 0.2%. Y para finalizar, si se compara el segundo trimestre contra el primer trimestre de este año, el PIB cayó a una tasa anualizada de 2.9%. La economía mexicana está estancada, sino es que a punto de caer en una recesión.

Menor gasto público, particularmente en inversión, desaceleración de la inversión privada, una notable contracción de la actividad de la construcción, una significativa caída de las remesas y una desaceleración de las exportaciones, manufactureras y petroleras, son los principales ingredientes que explican la evolución del PIB.

Dadas estas cifras, la Secretaria de Hacienda redujo su pronóstico de crecimiento para 2013 a 1.8%, que para alcanzarla se requiere que durante el segundo semestre el crecimiento sea de 2.6%, lo cual se ve difícil. Simultáneamente, el promedio proyectado de crecimiento por parte de analistas del sector privado es de 1.5%, con una expansión semestral de 2% y todo sujeto a un mejor entorno internacional, particularmente de la economía estadounidense, cuyo crecimiento sigue siendo muy bajo y en sectores poco ligados a la economía mexicana a través de las exportaciones, mismas que han sido el principal motor de crecimiento durante los últimos años.

Este año ya se perdió y la apuesta es que una recuperación más sólida de la economía estadounidense y de la Unión Europea, aunada al efecto de las reformas estructurales, el crecimiento de la economía mexicana aumente en los próximos años. A ver.

Estado de Derecho

¿Podemos crecer más rápido con el notable deterioro del Estado de Derecho? Difícilmente. Un íntegro Estado de Derecho se compone principalmente de tres elementos: una eficiente definición de los derechos privados de propiedad en el marco legal, una eficiente protección de estos derechos por parte del gobierno y la prevalencia de mercados que operen en competencia. En nuestro país ninguno de los tres se cumple a cabalidad.

Independientemente de la deficiente definición de los derechos privados de propiedad, lo que más inhibe el crecimiento económico es la notoriamente deficiente protección de estos derechos y el hecho de que vivimos en un país en el cuál el arreglo institucional favorece y premia la búsqueda y apropiación de rentas. Empresas e individuos sujetos a la extorsión del crimen organizado y de la burocracia, un poder judicial que no garantiza el cumplimiento de los contratos, empresas con poder monopólico que le extraen rentas a los consumidores, etcétera.

Vivimos en un país en donde el Estado de Derecho es notoriamente débil y qué mejor ejemplo de ello con lo que hemos experimentado los habitantes del DeFectuoso esta semana con los maestros (sic) de la CNTE. Una total e impune violación de los derechos privados de propiedad.

Fuente: Asuntos Capitales (México)