Las finanzas públicas guatemaltecas nunca habían estado tan en trapos de cucaracha, con un presupuesto desfinanciado, deuda pública creciente que amenaza salirse de control para poder pagarla e irresponsables y/o incapaces a cargo de las mismas. El actual presidente de Guatemala, Otto Pérez Molina, tiene ante sí una disyuntiva: ser el presidente que quebró al país o el presidente que salvó al país de la quiebra. ¿Cuál será el legado que quiere dejar Otto Pérez Molina para la historia del país y qué debe hacer para lograrlo?

En el primer escenario (si quebró a Guatemala), siga en el camino que va, promoviendo presupuestos desfinanciados, así como una corrupción galopante. El ministro de Finanzas Públicas le ha vendido la idea de seguir endeudando al país, para gastar todo lo que se les ocurra e, incluso, pareciese que manipularon datos para hacer parecer que los ingresos serían mayores a los esperados. Adicional a eso, el presupuesto nacional no tiene prioridades claras (seguridad, que fue lo que prometió), creaban un ministerio adicional y sus asesores de izquierda, le sugieren a cada rato que ofrezca gabinetes de esto y proyectos de lo otro, como si lo que buscasen es desgastarlo.

¿Cuándo irá a entender que por mucho que haga, la gente de izquierdas (que no cuentan con el respaldo de los guatemaltecos en las urnas) nunca le perdonarán su pasado militar y buscan cómo destruirlo? Mi estimado Otto, ¿quiere ser el presidente que pase a la historia como el que quebró al país y lo puso en la senda del no regreso, con mayor pobreza y atraso para las próximas generaciones? Siga gastando dinero que no hay y endeudándonos. Eso fue lo que hicieron los políticos griegos y mire cómo ha terminado ese país, quebrado y sin forma de salir. Solo que a Guatemala no la vendrán a rescatar los países de la UE, ni los organismos internacionales serán tan amables como con Grecia. En unos años, los guatemaltecos no recordarán el nombre de sus asesores, pero sí recordarán que usted fue el que, pudiendo evitarlo, prefirió endeudarnos y quebrar el país.

En el segundo escenario (el que saneó las finanzas públicas), haga lo siguiente: 1. Mande a su casa a los que lo metieron en este embrollo (ministro de Finanzas Públicas y asesores); en el mundo militar del cual usted viene, si alguien no lo hace bien, lo mandan a su casa, punto. Lo dan de “baja”. Dele “baja” a Pavel. 2. Recorte salarios de funcionarios públicos y no permita que se los suban como hizo el ministro de Relaciones Exteriores; por haberse subido el sueldo, ¡de “baja” también! 3. No gaste más de lo que le ingresa. 4. Cierre entidades del Estado que estén duplicadas o no sirven para nada. La otra semana publicaré una lista de ellas e invito al lector a que me ayude a elaborarla ¿Se apuntan?

Fuente: Centro de Estudios Económico – Sociales (Guatemala)