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Chile

Chile: Del consenso a la encrucijada: el debate en torno al modelo chileno – por Francisco Sánchez Urra

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Unido a los resultados de las primeras elecciones primarias celebradas en Chile, que otorgaron una amplia victoria a Michelle Bachelet por el pacto opositor Nueva Mayoria, y una muy estrecha a Pablo Longueira por la Alianza, un debate más profundo se está tejiendo al interior de la sociedad chilena: el debate por la continuidad del llamado modelo chileno.

Rafael Rincón – Urdaneta Zerpa, investigador de Fundación para el Progreso, publicó en diciembre de  2012 El Modelo Chileno: ¿Debacle o Victoria?, una interesante revisión de la discusión en torno al diseño económico y político de desarrollo en libertad  que ha llevado a Chile al umbral del primer mundo. Chile: Del Consenso a la Encrucijada (2013) es la actualización y profundización más reciente de este trabajo.

Desde hace poco tiempo, aproximadamente dos años, la agenda nacional y el debate político han tenido como punto de excepcional relevancia la conveniencia de seguir con lo que se conoce como el modelo chileno. Luego de años de consenso, el panorama actual para el modelo es diferente: algunos, desde la crítica, pregonan “que se ha desplomado, que ya no resiste un minuto más, que hay que demolerlo”. Al mismo tiempo, la respuesta desde la defensa sostiene que “vamos bien y que hable la evidencia en números”. Así, sobre datos y hechos económicos, políticos y sociales, se levanta una argumentación a favor de continuar por el camino del libre mercado y la democracia liberal que ha transitado Chile, claro está, con los ajustes prudentes según las necesidades.

¿Revolución o libertad? Son dos visiones adversas que se enfrentan cuando el país exhibe registros bastante satisfactorios en todas las materias, que llevarían, a vista de cualquier analista, a un diagnóstico de salud favorable y de buenas expectativas.

Sin embargo, la posición adversa no se debe ignorar. Hay una serie de mitos, deformaciones y dogmatismos ideológicos instalados, potenciados por un fuerte disenso, que están influyendo en la opinión pública. De esta manera, esta nueva investigación pretende profundizar en el estado del debate y analizar, con mayor detalle, los nuevos argumentos presentados, revisando incluso los tiempos que precedieron a la situación actual. El trabajo tiene dos grandes partes: el camino al disenso y el debate.

En la primera parte se explica cómo, en el seno de la izquierda chilena – así, izquierda en general, sin distinguir sus matices – han convivido “dos almas”. Una siempre rechazó el modelo. La otra lo administró con razonable responsabilidad hasta que en 2010, perdido el poder, decidió romper con su propia obra y desconocerla. Es decir, resolvió desmacarse del modelo que le había brindado exitosos resultados, y sin duda, una de las claves de la continuidad en el poder que se extendió durante 20 años.

En la segunda parte, el debate, se ve cómo las posiciones divergentes en torno al modelo chileno, en sus dimensiones política y económica, se enfrentan en los aspectos más neurálgicos, lo cual pone a los bandos en irreconciliables posiciones: la izquierda cuestionando toda legitimidad y éxito de este modelo y, por el otro lado, la defensa de sus incuestionables logros que han supuesto la prosperidad de Chile durante casi tres décadas.

La crítica propone, como respuesta radical, la instauración de una Asamblea Constituyente y el desmantelamiento del modelo por parte de una “nueva mayoría” que dice no haber recibido los beneficios del modelo, mientras unos “pocos” beneficiados han concentrado la riqueza. Simultáneamente, la defensa convoca el regreso a los principios e ideales que fundamentan el modelo institucional y económico a través de su profundización. Pero, entre estos polos, nos encontramos con una posición intermedia que hoy se ve tentada por la izquierda, aceptando las categorías y valores de la crítica radical, quizás aspirando a cambios menos profundos y con reformas de inspiración centro izquierdistas.

El autor nos plantea una pregunta fundamental: ¿se encuentra Chile, realmente, en una encrucijada de alto riesgo? Lo que preocupa no es la capacidad del modelo para generar resultados exitosos. Tampoco cómo este puede lograr que Chile supere el umbral del desarrollo, hechos comprobados y que actúan como referentes para otras naciones. Lo que está en riesgo es su propia existencia ante el avance de políticas estatistas y de un discurso fuertemente marcado por el mismo populismo que ha convertido a países como Argentina, Ecuador, Bolivia y Venezuela en tristes ejemplos que los detractores del modelo citan como referentes.

En suma, en el debate se enfrentan el desmantelamiento total de años de trabajo y la continuación de la ruta del progreso. Lo primero implica el reemplazo del modelo por el de un Estado grande, interventor y absorbente con soluciones populistas, todas muy atractivas para sectores capturados religiosamente por ideas ya fracasadas y mitos adversos al camino tomado por Chile durante las últimas décadas.

La izquierda parece querer demostrar y hacer sentir a la población cómo el modelo chileno debe ser destruído y cómo, de una u otra forma, es para ellos el consenso imposible. El “pecado original” de la transformación capitalista, desarrollada durante el gobierno militar, lo impide.  Por otro lado, la defensa se centra en sus principios y valores fundamentales, en sus éxitos e, incluso, en la legitimidad que ha entregado la Concertación durante 20 años a través de la política de los consensos. Asimismo, busca demostrar que es el camino que Chile debe seguir para superar el umbral del progreso, no para beneficio de algunos,  sino de todos los individuos de la sociedad.

Es difícil no recordar, tras leer esta obra, la célebre cita de Thomas Jefferson “el precio de la libertad es la eterna vigilancia”. El actual debate en Chile nos demuestra que, de una u otra manera, el trabajo realizado en pro del desarrollo y la libertad, altamente exitoso, podría ser borrado en la decisiva  próxima elección presidencial y parlamentaria. Esto si es que la candidata, Michelle Bachelet, que obtuvo la mayoría en la coalición de izquierda resolviera abandonar definitivamente el centro y ganara la carrera hacia La Moneda. Si la centroderecha, que tras las primarias quedará representada por Pablo Longueira, aprovechara su real posibilidad de continuar en el poder, el modelo quedará a buen resguardo. Pero ya en el clima de opinión está herido y es ese el desafío de los próximos años.

Fuente: Revista Perspectiva (Colombia)

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Discussion

One comment for “Chile: Del consenso a la encrucijada: el debate en torno al modelo chileno – por Francisco Sánchez Urra”

  1. El dolor de la izquierda hondurena en el caso de Chile, no es que el modelo este funcionando o no. A todas luces, el modela funciono, y funciona. el dolor y o aceptacion de la izquierda hondurena en el caso de Chile es que muchas de las reformas fueron implementadas por el gobierno militar. En otras palabras, “el pecado original” como lo llamo el Francisco.

    Posted by Luis | July 10, 2013, 7:24 am

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