Las Damas de Blanco, un grupo de madres y esposas de presos políticos cubanos, protagonizaron el martes un segundo día de protestas para pedir la liberación de sus familiares y el respeto a los derechos humanos en Cuba, una marcha que fue repudiada por unos 150 partidarios del Gobierno.

La protesta de unas 22 mujeres coincide con el séptimo aniversario de la llamada “Primavera Negra” de marzo del 2003, cuando el Gobierno cubano condenó a 75 opositores en juicios sumarísimos a penas de entre 6 y 28 años de cárcel.

“¡Libertad, libertad!”, exclamó el grupo de mujeres opositoras, alzando en su mano derecha una flor frente a la sede de los periodistas cubanos en La Habana.

Sin embargo, de inmediato comenzaron a recibir el rechazo verbal de alrededor de un centenar de cubanos en las calles de La Habana ante la mirada de agentes del Gobierno que, vestidos de civil, evitaron los enfrentamientos físicos entre partidarios al sistema comunista y las Damas de Blanco.

“¡Viva Fidel. Viva Raúl. La calle es de la revolución!”, fueron algunas consignas coreadas por un grupo de cubanos seguidores del Gobierno.

Un hombre no identificado con una camiseta negra, aparentemente opositor, fue empujado y detenido por los agentes cubanos poco antes de que las mujeres llegaron a la casa de Laura Pollán, líder de las Damas de Blanco, en un barrio del centro de La Habana.

“ZAPATA VIVE”

“Lo que sucedió hoy (martes) es lo mismo de siempre cuando turbas del Gobierno nos repudian con consignas, pero nosotros seguimos gritando libertad y Zapata vive”, dijo a Reuters por teléfono Alejandrina García, esposa de Diosdado González, condenado a 20 años de cárcel durante la “Primavera Negra”.

García dijo que han decidido hacer esta semana un día de protesta en La Habana por cada uno de los siete que llevan en prisión sus familiares.

Las Damas de Blanco habían realizado el lunes su primera manifestación. En una de las esquinas de La Habana corearon “Zapata vive”, en recordación del fallecido preso Orlando Zapata, quien murió tras 85 días en una huelga de hambre pidiendo mejores condiciones de detención.

La madre de Zapata, Reyna Tamayo, encabezó el lunes la marcha.

El aniversario llega en un momento delicado para el Gobierno comunista, cuyo historial de derechos humanos está en el centro de críticas en Europa y Estados Unidos por la muerte de Zapata y tras la huelga que sigue el disidente Guillermo Fariñas, pidiendo la liberación de unos 20 presos políticos en la isla.

El Gobierno sostiene que los disidentes son mercenarios al servicio de su enemigo Estados Unidos.

Las protestas están encaminadas a apoyar a los presos en lo que se conoce como la ofensiva del Gobierno contra los opositores, denominada “Primavera Negra”, que comenzó el 18 de marzo del 2003 y desató una amplia condena internacional a Cuba.

El esposo de Pollán, Héctor Maseda, es uno de los 52 presos del grupo de 75 disidentes que permanecen tras las rejas.

Las Damas de Blanco se oponen a las huelgas de hambre, pero “lamentablemente, hay que regar los campos para que puedan florecer. Para nosotros, que hemos tenido el agua con sangre, y que la sangre era de Orlando Zapata”, dijo Pollán.

FARIñAS SIGUE HOSPITALIZADO

El presidente cubano, Raúl Castro, que sustituyó a su convaleciente hermano Fidel hace dos años en el poder, expresó su pesar por la muerte de Zapata, pero culpó a su enemigo Estados Unidos por apoyar a la disidencia para socavar al sistema comunista.

Otro opositor en huelga de hambre, Guillermo Fariñas, de 48 años, está cumpliendo el martes el día 21 de su ayuno de protesta en la ciudad central de Santa Clara, en búsqueda de la liberación de 26 prisioneros políticos enfermos, según relató a Reuters.

Fariñas se desmayó el jueves y permanece hospitalizado recibiendo líquidos por vía intravenosa.

Los dos casos, de Zapata y Fariñas, han dejado expuesto a Cuba ante los pedidos de liberación de sus cerca de 200 presos políticos, según grupos de derechos humanos, y a una renovada condena de Estados Unidos y Europa.

El Parlamento Europeo votó la semana pasada para denunciar la muerte de Zapata, y expresó su alarma por Fariñas.

La Habana respondió la semana pasada con la promesa de resistir a la presión internacional y acusó a los europeos de “gran cinismo” en una declaración. Cuba ha descrito a Zapata y Fariñas como delincuentes comunes.

Fuente: Noticias24.com