“Si no tenemos avances sólidos en la lucha contra la inseguridad y la corrupción, que son los principales problemas que están enfrentando los empresarios, difícilmente podremos mejorar nuestra competitividad.”

Es verdad que México subió cinco lugares en el Índice Global de Competitividad entre 2011 y 2012. Nuestro país se ubicó en el lugar 53 de 144 evaluados. Pero aún falta mucho para que México alcance un lugar que le permita un desarrollo económico más rápido.

El Índice Global de Competitividad es elaborado desde hace años por el Foro Económico Mundial de Davos, Suiza. El criterio en el que México se encuentra en mejor posición en este Índice de Competitividad Global es el tamaño del mercado interno. Nuestro país tiene el lugar número 12, pero no hemos hecho nada para alcanzar este puesto que es simplemente consecuencia del tamaño de nuestra población.

El criterio en el que México obtiene su segunda mejor calificación es el entorno macroeconómico, en el que ocupamos el lugar 40. Aquí sí hay un logro. Los años de mantener finanzas públicas sanas y una sensata política monetaria han servido para algo. En “sofisticación” o refinación empresarial ocupamos el puesto número 44. Las empresas mexicanas, que han tenido que enfrentar devastadoras crisis económicas, tienen claramente una gran capacidad para adaptarse a las cambiantes condiciones del mercado.

Del otro lado de la escala, México está en el lugar 137 en seguridad, casi el último de los 144 evaluados. La confianza de los empresarios en los políticos es virtualmente nula: 97. El funcionamiento de las instituciones públicas se encuentra en la posición número 100.

En eficiencia en el mercado laboral estamos en el lugar 102. Las dificultades en la contratación y despido de personal nos ubican en el 113 y la participación femenina en el 121, aunque se espera que la reforma laboral permita una mejora. En eficiencia de los mercados de bienes alcanzamos el lugar 79. La falta de competencia real, particularmente en sectores estratégicos de la economía como energía y telecomunicaciones, nos coloca en el 100.

En educación general México está también en la posición número 100. En instrucción en matemáticas y ciencia nos vemos rezagados hasta el 124. En el uso de tecnologías de información y comunicación estamos en el 81. En adopción de nuevas tecnologías para la innovación y la mejora de servicios nos encontramos en el 75.

Cuando se pregunta a los empresarios que operan en México cuáles son los principales factores que obstaculizan su actividad las respuestas son contundentes: corrupción 16.4 por ciento, crimen y robo 16.3 por ciento, burocracia gubernamental 14.2 por ciento, falta de acceso a crédito 10.1 por ciento y reglas laborales restrictivas 9.3 por ciento.

El ascenso de cinco lugares de México entre 2011 y 2012 es importante y no puede menospreciarse. La reforma laboral y otras enmiendas administrativas pueden ayudar en el futuro. Pero si no tenemos avances sólidos en la lucha contra la inseguridad y la corrupción, que son los principales problemas que están enfrentando los empresarios, difícilmente podremos mejorar nuestra competitividad. Y si no elevamos la competitividad, no podremos dar un mejor nivel de vida a los mexicanos.

Fuente: Asuntos capitales (México)