Debajo del poncho se encuentra la realidad de una idiosincrasia llena de valores, que antes que nada, defiende los principios, la coherencia, la lealtad, la honestidad, el empuje y el trabajo honrado y productivo.

También está la sinceridad y la franqueza para manifestar lo que se piensa en verdad. No hay doble faz y mucho menos alabanzas vanas para endulzar el oído de los demás.

Lo que se dice se siente y se cumple o, por lo menos, se trabaja para cumplirlo.

Abajo del poncho, mas no debajo del mismo, está el machete que se usa para abrir caminos y despejar las trochas.

El puñal lo reemplazamos por la navaja que mantenemos en el carriel para múltiples usos.

Leyendo el discurso de Uribe se ve una pieza de patriotismo real, un ideario coherente y reiterativo que no es nuevo; es la muestra de la ideología que lo llevó al poder en dos ocasiones y que hubiese sido una tercera si las normas se lo hubiesen posibilitado.

No hubo un insulto personal a nadie. Más bien se lo imaginó el heredero, como lo fue Gaviria en su momento, que no ha cumplido con lealtad a sus electores.

Conviene aclarar qué no hay debajo del poncho.

No hay retaliaciones ni venganza. No hay insultos personales a los contradictores, ya que consideramos esto como una muestra de la falencia intelectual y espiritual de cualquier ser humano. Las ideas se debaten, los principios se pueden compartir o no, pero el insulto es propio de verduleros.

No hay ramplonería pero sí respeto a los compatriotas.

No hay expresiones propias de las Farc, de Chávez, de evos, correas y hasta la Fernández.

No menciono a Ortega, ya que este está en otro nivel.

No se encuentra el miedo, la inseguridad, la ignorancia o la incoherencia, pues son propios de personas muy ajenas al talante de una región llena de gestores de hechos de progreso.

Debajo del poncho no tenemos “puñales”, ya que éstos son propios de personas que ocultan sus verdaderas intenciones y que los usan sorpresivamente para sacar ventaja de sus oponentes en una lucha propuesta a mano limpia, para la cual los traidores no se preparan, sin tener un as bajo la manga.

Estos rufianes son los que han empobrecido al país con sus mañas, sus carruseles, sus lobbies y todas esas triquiñuelas que les han producido grandes fortunas provenientes todas de la corrupción de las costumbres y de la opacidad de sus acciones.

Ellos, y nadie más, son los responsables del atraso social que manejamos como un lastre y que ha originado la disculpa para los terroristas que ahora tienen en su mesa.

Postre: Señalar con el índice, incrimina con tres dedos al señalador.

Plus café: Las millas en Avianca se están usando fraudulentamente para usufructo de terceros no autorizados por el titular.

Fuente: El Colombiano (Colombia)