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Latin America

Opinion: Evan Ellis afirma: “La presencia china generará un conflicto regional de intereses” – por Federico Ibañez

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En diálogo con Infobae América, el experto en relaciones sino-latinoamericanas, Evan Ellis, explicó los objetivos del interés del gigante asiático en América Latina.Y advirtió cuáles pueden ser los riesgos.

Profesor adjunto en el Centro de Estudios Hemisféricos de la Defensa (CHDS), con sede en Washington, el doctor Ellis es especialista en las relaciones entre los países de América Latina y actores externos. En esta entrevista, echa luz sobre algunos interrogantes que surgen de la penetración en la región de China, que sin dudas se ha convertido en uno de los socios comerciales más importantes en los últimos años.

Ellis explica que las empresas de esta potencia oriental son particularmente atractivas para muchos gobiernos que no cuentan con los recursos y capitales suficientes para desarrollar proyectos. Sin embargo, apunta que los tipos de vínculos económicos establecidos conllevarán una modificación de la estructura laboral local y anticipa que las diferencias culturales traerán dificultades para ambas partes.

FI –  ¿Por qué China elige a Latinoamérica para hacer negocios?

EE – En realidad, son empresas chinas particulares las que optan por América Latina para hacer negocios, y por variadas razones. En términos generales, en 2002, con la aprobación del décimo plan quinquenal, la estrategia de “salir afuera” bendijo y alentó a las entidades para establecer contactos más allá de su propia región con el fin de satisfacer las necesidades actuales y futuras de desarrollo de China. Si bien esta “bendición” tiene un peso significativo, ello no implica que haya una acción concertada y la realidad suele demostrar todo lo contrario. En el caso de las industrias de productos primarios, las grandes empresas estatales chinas hacen lo que todas hacen: proyectar la demanda futura de sus clientes y utilizar su capital para adquirir los activos o contratos a largo plazo para asegurarse de que serán capaces de satisfacerla. América Latina, además de África, Medio Oriente, Australia y otras regiones son las partes del mundo en el que estos recursos están disponibles, particularmente en materia de minería, petróleo y, cada vez más, la agricultura. En el comercio minorista, las pequeñas empresas chinas han crecido y han empezado a imponer marcas fuertes y a proyectarse a nivel internacional, en lugar de abocarse simplemente a la producción de componentes para las marcas occidentales. En muchos casos, tuvieron la necesidad de establecer una presencia comercial en la región y, algunas veces, instalaciones de ensamblaje a nivel local. América Latina es un mercado relativamente grande, sin duda con un mayor número de consumidores de clase media que, por ejemplo, África, ymenos proteccionista y exigente que los EEUU y Europa. Muchas marcas chinas de automóviles, electrodomésticos y demás equipos se han dirigido a América Latina con la idea de probar las marcas para perfeccionarlas y eventualmente proyectarse también hacia mercados más exigentes. En el ámbito de la construcción, las empresas chinas ofrecen una combinación de proyectos fiables y autofinanciados que ha demostrado ser muy atractiva para los gobiernos de América Latina, tradicionalmente impedidos de realizarlos por los altos costos y la falta de capital nacional.

FI – Teniendo en cuenta las diferencias culturales, ¿qué cambios puede traer esta relación comercial a la economía latinoamericana?

EE – A medida que crece la presencia física de las compañías chinas en América Latina, se acelerarán simultáneamente tres tendencias: primero, el aprendizaje de las empresas chinas sobre cómo adaptarse al modo en que se hace negocios en América Latina; segundo, un aumento de los conflictos con los intereses en la región, incluyendo a los trabajadores, las comunidades locales, ambientalistas y gobiernos; y, tercero, un aumento del apalancamiento para proteger sus intereses, que proviene no sólo de ser uno de los mayores inversores y compradores en América Latina, sino también de ser un empresario y miembro de la comunidad. En términos económicos, como ya se pudo ver en Brasil y otros lugares, la estructura de comercio e inversión china tenderá a recompensar la exportación de la industria de productos primarios, tales como el petróleo y la minería, lo que aumentará su representación en el porcentaje de las exportaciones, mientras que las industrias de fabricación serán, al mismo tiempo, diezmadas por la competencia con las importaciones chinas a nivel local y los mercados de terceros países, como los Estados Unidos. A nivel micro, esto causará unareubicación significativa de empleados y cambios en la estructura de trabajo disponible. El número de nuevos puestos de trabajo creados en las áreas de minería de exportación, petróleo y agricultura no reemplazará a los perdidos en la industria manufacturera. Los patrones de propiedad también cambiarán, con una fracción cada vez mayor de multinacionales extranjeras dirigidas -total o parcialmente- por China. Esto provocará un choque de culturas en las salas de reuniones de América Latina y, por extensión, en la política.

FI – ¿Es el objetivo de China en la región sólo hacer negocios o existen otros intereses?

EE – El resurgimiento de China como una potencia en el orden mundial globalizado actual se basa en su posición como fabricante orientada a la exportación. Por lo tanto, para China hacer negocios está en el centro de sus objetivos estratégicos nacionales. De hecho, muchos analistas sugieren que la supervivencia misma del régimen comunista en China se basa en seguir generando oportunidades económicas para sus habitantes, lo que implica que continúen creciendo a tasas anuales superiores al 6 ó 7 por ciento. Para China, sin embargo, “hacer negocios” implica ciertos imperativos estratégicos: buscar nuevos mercados en América Latina a medida que sube por la cadena del valor agregado; la obtención de fuentes confiables de productos primarios para la formación de capital y para servir como insumos de los factores de sus industrias; alimentar a su población, ya que las personas abandonan el campo, se vuelven más prósperas y tratan de consumir más proteínas, lo que amplía exponencialmente la cantidad de tierras de cultivo necesarias para proporcionar alimentos, etcétera. Perseguir el crecimiento económico continuo también implica que China necesita mantener un asiento en las principales instituciones políticas, económicas y de otro tipo, que son clave para la gobernabilidad en el orden mundial actual. También implica tratar de avanzar hacia una “multipolaridad”, que es otra manera de decir que necesita impulsar un mundo en el que las principales instituciones y estructuras de poder no estén dominadas por una sola potencia, como los EEUU, que podrían sentirse amenazados por su crecimiento. Por último, en su etapa actual de desarrollo, podría decirse que el interés estratégico de China es aparecer como la menor amenaza posible para Occidente, ya que actualmente depende de él para acceder a los mercados y a la tecnología que precisa para mantener su crecimiento. Y además no está en posición de desafiar a Occidente. Esto significa que mientras que China puede tratar de desarrollar lazos con militares de la región, no busca en la actualidad adoptar una postura amenazante hacia Occidente. A pesar de que se beneficia comercial y estratégicamente del apoyo ideológico y el acceso que le dan los países del ALBA, por ejemplo, es muy cautelosa con respecto a ligarse a líderes como Hugo Chávez en una “alianza antiimperialista”.

Ellis: "El crimen organizado chino, incluido el tráfico de personas por parte de grupos como El Dragón Rojo, así como el contrabando de bienes, armas y drogas se convertirá en un asunto mayor".

FI  ¿Qué problemas pueden surgir en el futuro de esta relación?

EE – El mayor desafío para la postura china de “ganar-ganar” en su compromiso comercial con América Latina es la huella cada vez mayor que deja sobre el terreno en la región, que ya está empezando a ocurrir. Como las empresas chinas establecieron una presencia física en América Latina, ahora comenzarán a enfrentar los mismos tipos de problemas que experimentaron los gobiernos occidentales y las empresas durante el siglo pasado: cómo proteger los préstamos masivos chinos y las inversiones de las nacionalizaciones o las modificaciones contractuales que a menudo acompañan a las crisis económicas o los cambios políticos en la región; y cómo proteger al personal chino y las operaciones en áreas remotas contra las organizaciones criminales, insurgentes, protestas y otras amenazas. Los chinos ya tuvieron dificultades con operaciones petroleras en Tarapoa y Orellana, Ecuador, así como también conflictos laborales significativos en las minas de Marconna, Perú, y en Sierra Grande, Argentina. En la medida que continúen las operaciones de ese tipo, los problemas aumentarán. Además, las empresas chinas ya han sufrido secuestros de sus trabajadores en Colombia. Su dilema es cómo trabajar con seguridad privada y pública para proteger a sus empleados y bienes en América Latina sin alarmar a los EEUU, que tienden a ver una participación militar china en la región. El crimen organizado chino, incluido el tráfico de personas en grupos como El Dragón Rojo, así como el contrabando de bienes, armas y drogas se convertirá en un asunto mayor. Con las grandes cantidades de precursores químicos para metanfetaminas y cocaína que ya provienen de Asia, así como el contrabando de mercancías, es sólo cuestión de tiempo antes de que los grupos de chinos comiencen a moverse en estas actividades ilícitas, en asociación o en competencia con los cárteles establecidos de América Latina. De este modo, se dará cuenta de que las fuerzas policiales de América Latina tienen muy poca capacidad para trabajar con las comunidades chinas o penetrar en ellas, o seguir las pistas financieras de vuelta a China, lo que sugiere que una vez que este tipo de conexiones comiencen a echar raíces en América Latina, podrían crecer como un reguero de pólvora.

FI – ¿Cuál es la reacción de los EEUU ante esta creciente influencia china en la región? ¿Cree que Washington debería tomar medidas?

EE – Los Estados Unidos se encuentran en la incómoda posición de tratar de decirle a América Latina que no debe proseguir el mismo tipo de relación con las empresas chinas que la que las que sus empresas han intentado desde hace años: la venta de bienes de bajo valor agregado a China, tales como minerales y alimenticios, y en respuesta, comprar otros de alto valor añadido, los productos manufacturados. A pesar de las alusiones a la Doctrina Monroe en la prensa, y pese a las preocupaciones expresadas por los congresistas de los EEUU, la política oficial estadounidense hacia la República Popular China en América Latina tanto durante la administración republicana como la demócrata ha sido constante: el reconocimiento del derecho de la región a tener relaciones políticas y comerciales con quien ésta decidió, junto con la expresión de su preocupación por el impacto a largo plazo de este compromiso en el desarrollo de América Latina. Especialmente debido a que los Estados Unidos están íntimamente ligados a América Latina en términos históricos, geográficos, económicos y humanos, y compartirá con la región las consecuencias de lo que allí suceda. Los Estados Unidos no tienen ni el poder ni el derecho ni los recursos para “mantener a China fuera” de América Latina. Tampoco sería lógico o aceptable en el actual orden mundial. Por el contrario,  corresponde a los Estados Unidos encontrar nuevas maneras de trabajar con las naciones de América Latina para garantizar que tengan instituciones fuertes, capaces de negociar con China. Es también de su competencia seguir trabajando para fortalecer el apoyo a instituciones eficaces que puedan mantener las prácticas democráticas, el respeto de los derechos humanos y la propiedad individual, comercial e intelectual, que es la base de la generación de riqueza y oportunidades para todos.

FI  El presidente Obama dijo, meses atrás, que los EEUU eran un país del Pacífico. ¿Fue sólo un mensaje sobre temas de seguridad o también para asuntos económicos?

EE – Este Gobierno reconoce la importancia a largo plazo de la reemergencia de China y el crecimiento del Pacífico, dentro del contexto más amplio de las interacciones globales. Asimismo, entiende muy bien que la seguridad no se basa sólo en el material militar y las interacciones. La nueva dinámica del Pacífico ilustra cómo se entrelaza laseguridad económica y física, además de otras consideraciones. Es lamentable que esas declaraciones parezcan haber llamado la atención sobre el Pacífico en la costa de nuestro propio hemisferio. Pero al final, creo que lo importante de verdad es que la seguridad de América Latina está íntimamente ligada a la dinámica del Pacífico y es importante mantener un enfoque en las relaciones que surgen entre las regiones.

Fuente: InfoBAE (Argentina)

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