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Colombia

Colombia: La nueva masacre de las FARC es un verdadero crimen contra la humanidad – por Jacques Thomet

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El nuevo crimen de lesa humanidad cometido por las FARC con el asesinato de cuatro rehenes que ellas tenían desde hace más de 12 años requiere una reacción mundial contra esos terroristas y sus cómplices en Colombia y en el extranjero.

La escalada de horror no tiene límites en Colombia con la nueva matanza perpetrada ayer por las FARC de cuatro de sus rehenes, todos oficiales, quienes estaban encadenados en la selva desde hacía más de 12 años. Uno de ellos estaba en poder de las Farc desde hacía 14 años! Un quinto rehén pudo escapar y fue recuperado por el ejército. Esa masacre constituye un verdadero crimen contra la humanidad, como lo era el mantener como rehenes a esos oficiales desde hace más de doce años.

Durante una operación de rutina en el sur del país, la tropa fue atacada por un grupo de las FARC que tenía cautivos a cinco oficiales: el sargento del Ejército José Libio Martínez Estrada, quien fue secuestrado 21 de diciembre de 1997, Edgar Duarte Valero, capitán de la policía, secuestrado el 14 de octubre de 1998, el sargento de la policía Elkin Hernández, también secuestrado el 14 de octubre de 1998, el teniente de policía Álvaro Moreno, secuestrado el 9 de diciembre de 1999 y el sargento Luis Alberto Erazo Maya rehén de las FARC desde hacía más de doce años.

Cuando oyó los primeros disparos, el sargento Erazo huyó y se refugió en la selva. Perseguido por tres hombres de las FARC, quienes le lanzaron granadas, causándole lesiones en la cara, el rehén logró esconderse y finalmente pudo ponerse en contacto con las tropas del ejército, en la tarde.

Sus otros compañeros de cautiverio fueron encontrados ejecutados con una bala en la cabeza, salvo uno que fue acribillado a balazos por la espalda durante un intento de fuga.

Es hora de que la indiferencia internacional ante esos monstruos asesinos del narcotráfico, los principales proveedores de cocaína en el mundo, ceda ante una movilización mundial destinada a erradicar ese cáncer y perseguir judicialmente a todos los cómplices de esos crímenes contra la humanidad, en el extranjero como en Bogotá.

Estamos en mora de que la ONU y la OTAN, con el aval de la presidencia de Colombia, convoquen una cumbre para decidir los pasos necesarios para impulsar la lucha contra tal barbarie. Si los ejércitos occidentales han intervenido en Irak y Afganistán, su próxima tarea debería tener a Colombia como escenario, foco de la droga que envilece a millones de personas en todo el mundo cuando no las mata.

Es urgente reaccionar también contra los artífices ocultos de esos crímenes reiterados contra la humanidad, en Bogotá y en el extranjero.

La red de las FARC sigue operando con impunidad al más alto nivel de la política, de la justicia, de las organizaciones no gubernamentales, como el Colectivo de Abogados José Alvear Restrepo en Bogotá, el cual es defendido descaradamente en Francia por la Federación Internacional de los Derechos Humanos (FIDH) contra toda lógica.

Ese inmundo colectivo de abogados José Alvear Restrepo, al servicio de los asesinos, ha sido atrapado con las manos en la masa por haber hecho condenar al Estado colombiano a pagar indemnizaciones millonarias, y por obtener la detención de generales, mediante mentiras comprobadas sobre la presunta desaparición de civiles que eran en realidad guerrilleros de las FARC y que estaban vivos! Se trata de la falsa masacre de Mapiripán de 1997.

Ningún proceso ha sido abierto todavía en Bogotá contra esos saca micas del terrorismo tras casi un mes de descubierto el escándalo. Ellos, sin embargo, han confesado sus “errores” hasta el punto de anunciar que devolverán las sumas que recibieron indebidamente gracias a una resolución de la Corte Interamericana de Derechos del Hombre, con sede en Costa Rica!

¿Qué espera la Fiscalía colombiana, dirigida por Viviane Morales (graduada en Francia), para llevar a cabo una investigación judicial sobre tal confesión de corrupción en complicidad con las FARC, y para encarcelar a esos falsificadores?

Los tentáculos de las FARC se extienden a los países occidentales: Suiza, Canadá, Francia, Alemania, Italia, Suecia, etc, sin que ello genere ningún tipo de reacción de parte de las capitales involucradas para ponerle fin a las actividades subterráneas de esos agentes infiltrados. ¿Qué espera el gobierno colombiano para expedir una orden de captura, a través de Viviane Morales, contra los agentes de las FARC en esos países, especialmente contra Lucas Gualdrón, instalado en Lausana?

¿Cómo esos países, entre ellos el mío, pueden haber dado asilo a familiares de líderes de la guerrilla como Raúl Reyes, quienes viven confortablemente con ayudas especiales en el suroeste de Francia? Yo di los detalles de eso en mi libro sobre los Secretos de la Operación Betancourt (Ediciones Fayard), y yo podría volver a hacerlo pues la hermana del ex número dos de las FARC tuvo el cinismo de escribirme desde Montauban para reprocharme haber denunciado la aberración que significa haberle dado el asilo político francés en esas condiciones.

Fuente: Jacques Thomet (Francia)

Escuche el editorial de Fernando Londoño Hoyos “Iban a montar una patraña de negociaciones con las FARC” aqui.

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