En 2005, un año antes de la donación millonaria a la campaña del Partido de los Trabajadores (PT), OAS había facturado un total de $ 27 millones de reales. De 2004 a 2006, OAS  obtuvo con Lula un ingreso total de $ 69 millones de reales. Pero de 2007 a 2009, el volumen de ganancias de OAS saltó sorprendentemente a $ 405 millones de reales.

El Banco Cooperativo de la Vivienda de São Paulo (BANCOOP) transfirió cinco inmuebles en construcción a compañías privadas para que continúen con las obras. La empresa contratista  OAS, una de las patrocinadoras de la película “Lula, el hijo de Brasil” y un importante donante en tiempo de elecciones que ha financiado las campañas del Partido de los Trabajadores (PT), recibió tres de dichos proyectos en Octubre del año pasado. Uno de ellos, situado en Guarujá, es propiedad del presidente Luiz Inácio Lula da Silva, quien en 2006 declaró ante la justicia electoral tener acciones en esta empresa.

La edición de esta semana de la revista Veja reveló que el Ministerio Público de São Paulo destapó el secreto de BANCOOP y determinó que los dirigentes de la Cooperativa de Vivienda perjudicaron a miles de sus miembros para establecer un esquema de malversación de fondos destinado a alimentar la campaña de Lula en el año 2002. Se desviaron al menos 31 millones de reales (el equivalente a unos 17,5 millones de dólares) de dichos fondos. Como resultado, miles de miembros de la cooperativa se quedarán sin recibir sus apartamentos.

De los 53 proyectos que BANCOOP tenía en sus manos, 19 jamás se harán realidad. La cooperativa aduce que dichos proyectos “han sido descontinuados por falta de interés de sus miembros”. Hoy en día hay tan sólo 10 proyectos en obras. Muchos de los futuros propietarios ya han acudido a los tribunales, buscando presionar a BANCOOP para que cumpla con su compromiso de terminar los edificios de acuerdo con las fechas acordadas en los contratos.

Según BANCOOP, los miembros de la cooperativa en Guarujá ya solicitaron la transferencia de derechos y obligaciones para la constructora, que seguirá trabajando y asumirá toda la responsabilidad del proyecto. “Se actuó en base a las peticiones de nuestros miembros. Las negociaciones entre las empresas constructoras y BANCOOP no crean ningún impedimento para la realización de la transferencia. Todo se hizo de mutuo acuerdo”, dijo BANCOOP en un comunicado. Al cierre de esta edición las obras en Guarujá aun no se han reanudado.

Fuente: Revista Veja (Brasil)