El Aníbal nació en el barrio 40 semanas en el año 1975. Toda su vida ha transcurrido en el asentamiento donde conoció a varias compañeras. Hoy está juntado con la Graciela. Viven con cinco hijos, dos de cada uno de ellos de parejas anteriores y uno entre ambos. La principal actividad del Aníbal desde joven fue la desocupación. Ha pasado por períodos muy duros de gobiernos que no comprendieron su filosofía de vida y desde que la izquierda ganó el poder en 2005 su vida ha cambiado y es comprendido por todos los jerarcas gubernamentales.

El Aníbal cobra $ 2.400 mensuales por el Plan de Equidad, $ 1.200 por cada hijo del Plan Asignación ($ 6.000 al mes), la Graciela cobra por el plan Madre Soltera $ 2.400 y dado que viven con sus suegros bajo un mismo techo,  ingresan al hogar $ 4.800 más por iguales planes. En total ingresan mensualmente $ 15.600.

Cuando el Aníbal tiene ganas de laburar algún día en la semana, va hasta algún cruce de semáforos y saca unos $ 30 por hora de la gente que va a laburar. Por su humilde condición no paga impuestos y tiene el cable, la electricidad y el agua gratis ya que le permiten colgarse.

Tiene celular  Blackberry de última generación y championes Nike,  manoteados. De la comida de los hijos se ocupa la Escuela Pública y la ONG del barrio. Si alguna maestra se mete a rezongarlos las denuncia ante el INAU en aplicación del Código del Niño. No le preocupa el valor del dólar porque no paga hipoteca, alquiler, salud, ni nada. Vive en el paraíso y la izquierda siempre tendrá su voto.

De hecho este es el socialismo de Vázquez profundizado por Mujica. Han sido capaces de degradar en perpetuidad la dependencia de los más necesitados a proveer desde las esferas centrales las necesidades de los más pobres quitándoles toda esperanza a construir sus propias vidas por ellos mismos, con sus iniciativas propias y la ética del trabajo y el esfuerzo.

También el socialismo Vázquez-Mujica llega a los más ricos quienes reciben especiales favores del poder como exoneraciones secretas impositivas a los grandes proyectos, estímulos, leyes especiales y hasta emisiones de deuda pública de altísimo costo.

Sin embargo, el socialismo del siglo XXI del Frente Amplio se nutre de la forma más brutal del capitalismo salvaje haciendo pagar todo tipo de impuestos a la clase media. Desde el injusto IRPF, IASS, IVA, IMESI, FONASA, Contribución Inmobiliaria, Patente, Primaria, etc. y ni hablar de las cajas  registradoras en cualquier oficina pública para realizar un trámite.

Las Pymes, que tanto le gusta hablar a este gobierno “cívico-sindical” son el 97% de las empresas del Uruguay y ellas, sus dueños y sus empleados son quienes pagan los impuestos que los burgueses oficialistas lapidan en planes sociales y perjuiciosos proyectos  improductivos como la asociación de Pluna y el Estado, en mano de grupos extranjeros o las prebendas otorgadas a gobernantes del norte por mantener una institución financiera que ha caído en bancarrota varias veces.

La izquierda crónica no crea riqueza, sólo piensa en destruirla a través de la injusta distribución del ingreso nacional. No forma una consciencia nacional donde primen los valores fundamentales de la familia, de la ética, de la moral, de la solidaridad y de la equidad bien entendida y no a dedo como slogan e impuesta como es su estilo.

Al Aníbal lo queremos escalando posiciones sociales, educando a sus hijos, trabajando en la creación de riqueza por poca que sea. Al Aníbal lo queremos integrado a la sociedad, que sea parte de ella, lo queremos construyendo su propia vivienda con su propio esfuerzo y la ayuda solidaria, desinteresada y honesta de la sociedad en procura de rescatar a un ciudadano de la condena que una doctrina y filosofía crónica, sin sentimiento, le ha impuesto.

Fuente: Patria Digital (Uruguay)